Las células cancerosas son un término preocupante porque su división sin restricciones no sólo da como resultado tumores sólidos sino que también puede estar llena de células anormales en la sangre o la linfa. La división celular normal es un proceso utilizado por el cuerpo para el crecimiento y la reparación. Durante este proceso, una célula madre se divide en dos células hijas, que se utilizan para construir tejido nuevo o reemplazar las células que mueren debido al envejecimiento o daño. Sin embargo, mientras que las células sanas dejan de dividirse cuando ya no necesitan más células hijas, las células cancerosas continúan replegándose. Peor aún, pueden propagarse de una parte del cuerpo a otra mediante un proceso llamado metástasis.
Las células cancerosas se pueden dividir en diferentes categorías según el tipo de origen de las células cancerosas. Las células cancerosas más comunes son las de origen epitelial, llamadas carcinomas, que comienzan en los tejidos que recubren las superficies internas y externas del cuerpo. Además, la leucemia se origina en el tejido que produce células sanguíneas, más comúnmente en la médula ósea. El linfoma y el mieloma, por otro lado, se originan a partir de células del sistema inmunológico. Otros tipos de cáncer incluyen sarcomas que se originan en el tejido conectivo, tumores del sistema nervioso central que se originan en el cerebro y la médula espinal y mesotelioma que se originan en el revestimiento de las cavidades corporales.
Bajo el microscopio, las células cancerosas tienen características histológicas distintivas. Sus núcleos suelen ser grandes y de forma irregular, y el citoplasma también puede mostrar anomalías.
Los núcleos de las células cancerosas a menudo cambian de forma, tamaño, composición proteica y textura, y la combinación de estas anomalías es característica de diferentes tipos de cáncer.
Las células cancerosas se forman cuando los genes responsables de regular la división celular están dañados. La carcinogénesis es causada por mutaciones y epimutaciones en el material genético de las células normales, que alteran el equilibrio normal entre la proliferación y la muerte celular. A medida que las células proliferan descontrolada y rápidamente, esto puede conducir a la formación de tumores benignos o malignos (cáncer). Los tumores benignos no se diseminan a otras partes del cuerpo ni invaden otros tejidos, mientras que los tumores malignos pueden invadir otros órganos, diseminarse muy lejos (hacer metástasis) y poner en peligro la vida.
Cuando la capacidad de una célula para reparar el daño del ADN es insuficiente, estas lesiones se retienen en la célula en niveles elevados. Estas lesiones pueden provocar errores de replicación a medida que la célula se replica, incluidas mutaciones que provocan cáncer. Además, se ha descubierto que enzimas reparadoras del ADN específicas son deficientes en una variedad de cánceres y estas deleciones aumentan el riesgo de cáncer.
Por ejemplo, la falta de expresión de la enzima reparadora del ADN O-6-metilguanina-ADN metiltransferasa se ha observado en una variedad de cánceres diferentes.
Las primeras pruebas de cáncer en humanos se remontan a documentos egipcios del año 1538 a.C., así como a restos momificados. En 2016, se informó sobre un osteosarcoma de 1,7 millones de años, convirtiéndose en la evidencia más antigua de un cáncer humano maligno en la literatura hasta la fecha.
Con el avance continuo de la ciencia y la tecnología, también se exploran constantemente métodos de tratamiento del cáncer. En febrero de 2019, científicos médicos anunciaron que las moléculas fotosensibles formadas combinando rodio con albúmina pueden penetrar las células cancerosas y destruirlas eficazmente después de recibir una irradiación de luz.
La razón por la que las células cancerosas pueden seguir sobreviviendo y proliferando en nuestros cuerpos está indudablemente relacionada con una variedad de factores, incluidas mutaciones genéticas, influencias ambientales y la inmadurez de los mecanismos de reparación internos. Esto hace que la gente se pregunte: en la era actual de rápido desarrollo tecnológico, ¿podemos encontrar una solución perfecta que pueda resolver fundamentalmente el cáncer?