El metano de yacimientos de carbón, también conocido como metano de lecho de carbón o gas de veta de carbón, ha adquirido cada vez mayor importancia en el mercado energético mundial en los últimos años. Este gas natural proviene principalmente de yacimientos de carbón, especialmente de Estados Unidos, Canadá, Australia y otros lugares. La característica del metano de lechos de carbón es que se almacena en forma de metano y normalmente no contiene sulfuro de hidrógeno, por lo que se le llama "gas dulce". Con el crecimiento de la demanda de energía, el desarrollo y la utilización del metano de capas de carbón están recibiendo cada vez más atención.
Historia del metano de los yacimientos de carbónLa formación de metano en yacimientos de carbón se debe principalmente a la producción de materia orgánica durante el proceso de maduración térmica y es diferente de las reservas tradicionales de gas natural.
Históricamente, el estudio del metano de los yacimientos de carbón se originó a partir de la liberación de metano de las vetas de carbón. Por razones de seguridad, ya a principios del siglo XX se empezaron a realizar perforaciones antes de que las minas de carbón empezaran a operar para liberar metano. En la década de 1970, con el apoyo del gobierno federal de Estados Unidos y cambios de políticas, el metano de yacimientos de carbón como recurso de gas natural abrió una importante oportunidad de desarrollo.
El componente principal del metano de los yacimientos de carbón es el metano, que se almacena en las macromoléculas de base alcohólica del carbón. Las reservas de metano de los yacimientos de carbón tienen características de porosidad dual, que incluyen tanto el gas contenido en el carbón como el gas formado por grietas naturales en el carbón. Esta estructura permite que el metano de los yacimientos de carbón tenga buenas propiedades de fluidez y almacenamiento.
La capacidad de adsorción del carbón se refiere al volumen de gas que se puede adsorber por tonelada de carbón, generalmente expresada en pies cúbicos estándar. Esta capacidad se ve afectada por la madurez y la calidad del carbón y generalmente varía entre 100 y 800 pies cúbicos estándar por tonelada.
Cada año, el agua producida a partir de metano de yacimientos de carbón puede contener altas concentraciones de sólidos disueltos y sustancias peligrosas, y el impacto sobre el medio ambiente no puede ignorarse.
Aunque el metano de yacimientos de carbón emite menos dióxido de carbono cuando se quema, el metano que libera tiene un mayor impacto en el medio ambiente. El metano es un potente gas de efecto invernadero, con un impacto en el calentamiento global hasta 72 veces mayor que el del dióxido de carbono, aunque este valor disminuye con el tiempo.
Actualmente, Australia, Canadá, Estados Unidos, el Reino Unido y otros países están desarrollando activamente el metano de capas de carbón. Según datos de 2017, Estados Unidos produjo 1,76 billones de pies cúbicos de metano de capas de carbón, lo que representa el 3,6% de la producción de gas natural del país. Para todos los países, el metano de los yacimientos de carbón no sólo es una fuente importante de suministro de energía, sino también un factor clave para promover el desarrollo económico.
Se estima que las reservas de gas de veta de carbón de Australia rondan los 33 billones de pies cúbicos, mientras que Alberta, Canadá, tiene más de 170 billones de pies cúbicos de gas de veta de carbón económicamente recuperable.
La demanda mundial de metano de yacimientos de carbón sigue aumentando, pero los problemas ambientales que pueden surgir durante el proceso de extracción aún deben abordarse con urgencia. Las empresas y los gobiernos necesitan formular políticas de protección ambiental correspondientes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la contaminación del agua.
Con el cambio en la transformación y la demanda de energía, ¿puede el metano de carbón desempeñar un papel más importante en el panorama energético futuro?