Agencia de calificación crediticia (CRA) se refiere a un tipo de empresa que se especializa en brindar servicios de calificación crediticia. Estas calificaciones se utilizan principalmente para evaluar la capacidad de los prestatarios para pagar sus deudas y la posibilidad de incumplimiento. Ya sean países, empresas o diferentes tipos de instrumentos financieros, estas instituciones pueden proporcionar calificaciones como referencia del mercado. Sin embargo, en las últimas décadas, el papel y el valor de las agencias de calificación crediticia han sido ampliamente cuestionados, lo que ha provocado debates sobre sus funciones y cómo operan.
Las agencias de calificación crediticia han reducido en cierta medida la asimetría de la información, pero ¿reflejan realmente sus calificaciones el verdadero estado del mercado?
La historia de las agencias de calificación crediticia se remonta a principios del siglo XIX, cuando el alcance de las actividades comerciales se hizo más amplio a medida que Estados Unidos se expandía. Las preocupaciones de los comerciantes sobre la concesión de crédito cuando trataban con clientes desconocidos llevaron a la creación de la industria de informes crediticios. Estas agencias de crédito comercial brindan a las empresas evaluaciones crediticias para ayudarlas a tomar decisiones crediticias más informadas.
A medida que crecía la demanda del mercado, las agencias de calificación crediticia comenzaron a centrarse en calificar valores relacionados, especialmente en el floreciente mercado de bonos ferroviarios. Por ejemplo, en 1909, John Moody publicó un informe de calificación específico para bonos ferroviarios, uno de los primeros casos de búsqueda de información de mercado independiente.
Después de la Gran Recesión, el negocio de calificación crediticia en Estados Unidos creció rápidamente y estuvo sujeto a una regulación más estricta. Según la ley de 1936, los bancos y otras instituciones financieras sólo pueden comprar aquellos bonos considerados de "grado de inversión" según un "manual de calificación reconocido" para evitar la expansión de los riesgos de inversión.
Aunque los cambios en la estructura política han provocado la expansión de las agencias de calificación, la confianza en la industria se enfrenta a desafíos cada vez mayores.
Las calificaciones crediticias no sólo afectan el acceso de una sola empresa a los fondos, sino que también tienen un impacto clave en el modelo operativo del mercado de capitales en general. Por ejemplo, durante la crisis financiera, muchos bonos que originalmente tenían una calificación "AAA" finalmente fueron degradados a "bonos basura", causando enormes pérdidas a los inversores y desencadenando una crisis de credibilidad.
Las preguntas formuladas a las agencias de calificación crediticia se centran principalmente en la precisión y puntualidad de sus calificaciones. Por ejemplo, algunos críticos señalan que las respuestas de las agencias de calificación crediticia a menudo han ido a la zaga de las condiciones reales del mercado en muchos acontecimientos financieros importantes, incluida la crisis financiera de la última década y el colapso del gigante energético Enron.
¿Cómo funciona el proceso de calificación crediticia? En términos generales, las agencias de calificación crediticia predecirán la probabilidad de incumplimiento analizando los estados financieros, los contratos legales y otra información relevante de la empresa emisora. Estas calificaciones generalmente se presentan en una combinación de letras, como AAA o AA. Sin embargo, estas calificaciones reflejan la opinión de la agencia y no hechos definitivos.
En Estados Unidos, las agencias de calificación crediticia pueden "monitorear" los valores de forma proactiva, lo que significa que continuarán revisando el estado crediticio de los valores relevantes después de que hayan sido calificados y harán ajustes si es necesario. Sin embargo, para algunas instituciones, ese "seguimiento" puede no ser eficiente u oportuno, lo que genera inestabilidad en el mercado financiero.
A medida que evolucione el mercado de capitales, la influencia de las agencias de calificación crediticia seguirá existiendo durante mucho tiempo. Muchos inversores todavía confían en las calificaciones proporcionadas por estas instituciones como base importante para sus decisiones de inversión. Sin embargo, las crecientes críticas también han llevado a la industria a pensar en cómo mejorar la transparencia y precisión de las calificaciones crediticias.
En un mercado en constante cambio, ¿pueden las agencias de calificación crediticia mantenerse al día y garantizar verdaderamente el funcionamiento saludable del mercado?
Desde una perspectiva histórica, las agencias de calificación crediticia desempeñan un papel indispensable en el mercado de capitales, pero cómo resolver los desafíos y problemas que conlleva para mejorar su credibilidad y confiabilidad también es una norma y una cuestión importante que los reguladores deben abordar. afrontar con urgencia. En el futuro ecosistema financiero, ¿podrán estas instituciones reconstruir la confianza y mejorar la transparencia de sus procesos de calificación, lo que afectará directamente la confianza de los inversores y la estabilidad del mercado?