Las Fuerzas de Operaciones Especiales del Ejército Popular de Corea (KPASOF) han tenido durante mucho tiempo una influencia significativa en la península de Corea, apoyando las operaciones militares, políticas y psicológicas oficiales de Corea del Norte. Su presencia no sólo es un desafío técnico, sino también un factor clave en la seguridad internacional. Las estimaciones de la fuerza varían entre 180.000 y 200.000 soldados, de los cuales sólo unos 60.000 se consideran fuerzas especiales tradicionales y el resto son unidades de infantería ligera.
“La Fuerza de Operaciones Especiales del KPA se considera una unidad de élite del KPA y es responsable de llevar a cabo una serie de misiones importantes, incluida la infiltración en Corea del Sur”.
Las fuerzas de operaciones especiales de Corea del Norte comenzaron a tomar forma en 1968, cuando los comandos marinos participaron en la fallida operación de desembarco de Ujin-Samcheok contra Corea del Sur. Con el tiempo, el equipamiento y las tácticas de estas fuerzas han cambiado significativamente, especialmente en el desfile "Día del Sol" de 2017, que presentó una moderna unidad de fuerzas especiales llamada "Comando Relámpago", que se considera una contramedida contra las Unidades de los SEAL de la Marina de los EE. UU. y la Flota de Guerra Especial de la Armada de Corea del Sur.
Las principales misiones de la KPASOF incluyen penetrar las instalaciones de defensa fijas de Corea del Sur, crear un "segundo frente" detrás de las líneas enemigas y realizar reconocimiento estratégico y del campo de batalla. La ejecución de estas tareas requiere un alto grado de ocultación y capacidad de acción rápida.
La KPASOF normalmente utiliza aviones de transporte Antonov An-2 para operaciones de infiltración. El avión puede ser lanzado desde el aire o aterrizar en carreteras, lo que permite que las tropas de combate ingresen rápidamente al área de despliegue.
A estas unidades se las suele denominar "brigadas de francotiradores" y forman parte de las fuerzas de inteligencia terrestre del KPA. Además de sus misiones principalmente de acción directa, fueron entrenados para destruir objetivos estratégicos en Corea del Sur y eran sospechosos de llevar a cabo misiones de asesinato.
El papel de la infantería ligera es moverse rápidamente y perturbar la retaguardia del enemigo mediante movimientos encubiertos. Estas misiones incluyen la toma de líneas avanzadas de comunicación y la destrucción de objetivos de alto valor como armas nucleares. Aunque estas fuerzas carecen de entrenamiento en guerra anfibia, son igualmente aptas para ejecutar operaciones rápidas en zonas sensibles.
Según las estimaciones, las fuerzas especiales de Corea del Norte pueden desplegar más de 7.000 efectivos a lo largo de la costa de Corea del Sur. Utilizando submarinos de la Armada de Corea del Norte, estos comandantes pudieron enviar tropas a la costa de Corea del Sur. La Armada de Corea del Norte tiene 24 submarinos de clase Romeo, que operan principalmente en zonas costeras y son excelentes plataformas para desplegar tropas.
"La presencia de pequeños submarinos permite a las fuerzas de operaciones especiales del Ejército Popular de Corea del Norte operar silenciosamente frente a las costas de Corea del Sur".
Además, el diseño especial del submarino de clase Sang-O también lo convierte en una plataforma ideal para apoyar misiones de infiltración costera. Estos pequeños submarinos pueden ocultarse eficazmente en costas escarpadas, lo que permite que las fuerzas de infantería ligera en tierra inicien operaciones rápidamente.
A medida que la geopolítica cambia y persisten las tensiones entre Corea del Norte y Corea del Sur, las capacidades de infiltración de la KPASOF seguirán siendo puestas a prueba y desafiadas. Esta forma secreta y eficiente de luchar no sólo es una fuente de ansiedad a nivel militar, sino que también recuerda a todas las partes que deben prestar atención a las posibles amenazas a la seguridad. ¿Hacia dónde se encaminarán las futuras relaciones Norte-Sur?