En una cultura de consumo de alcohol, la tolerancia se convierte en un reconocimiento crucial. Las reacciones de diferentes personas al alcohol difieren no sólo en sus hábitos de consumo de alcohol, sino también en estrecha correlación con la estructura fisiológica, los genes, los antecedentes culturales y otros factores. ¿Qué es lo que hace que algunas personas no se vean afectadas por el alcohol en absoluto, mientras que otras pierden el control rápidamente?
La tolerancia al alcohol se refiere a la respuesta fisiológica del cuerpo al alcohol, incluida la tolerancia inmediata, la velocidad de recuperación de la intoxicación y la resistencia a los trastornos por consumo de alcohol.
El consumo continuo de alcohol aumenta la tolerancia al alcohol, lo que significa que es necesario consumir más alcohol para lograr los mismos efectos fisiológicos. Las investigaciones muestran que beber diariamente durante 2 a 3 semanas aumenta la tolerancia de un individuo. Beber en exceso durante muchos años puede provocar lo que se conoce como tolerancia inversa, en la que el daño hepático reduce la capacidad de metabolizar el alcohol.
Los hígados de los bebedores empedernidos pueden acumular grasa y tejido cicatricial, lo que los hace menos capaces de procesar el alcohol, lo que hace que incluso pequeñas cantidades de alcohol se vuelvan rápidamente intoxicantes.
La tolerancia al alcohol está relacionada principalmente con el tamaño corporal individual. En términos generales, las personas más corpulentas necesitan más alcohol para alcanzar un estado de intoxicación. Además, la actividad de la enzima alcohol deshidrogenasa (ADH) también juega un papel importante en la tolerancia. Una mayor actividad de ADH promueve una rápida conversión de etanol en acetaldehído, más tóxico, que generalmente es mayor en los no alcohólicos.
Curiosamente, aproximadamente una de cada cinco personas experimenta una reacción de sofoco al alcohol, lo que indica una anomalía en los procesos metabólicos del cuerpo. Este fenómeno no representa el nivel de intoxicación de un individuo, pero sí afecta su tolerancia al alcohol.
La tolerancia al alcohol varía significativamente entre los diferentes grupos étnicos. Las investigaciones han encontrado que los nativos americanos en América del Norte enfrentan un mayor riesgo de sufrir trastornos por consumo de alcohol que los europeos y asiáticos. Incluso dentro de los grupos asiáticos, la diferencia en tolerancia entre, digamos, China y Corea del Sur es muy clara.
Algunas personas de ascendencia europea informan que el consumo moderado de alcohol es beneficioso para la salud, pero esta conclusión no es válida para las personas de ascendencia africana.
Los factores que afectan la tolerancia al alcohol no se limitan a la bioquímica; también influyen las diferencias socioeconómicas y culturales, como los hábitos alimentarios y los patrones de consumo.
En el reino animal, el alcohol generalmente se considera una sustancia tóxica y muchos animales sólo pueden tolerar concentraciones de alcohol inferiores al 4%. Sin embargo, un estudio de 2024 encontró que las avispas orientales no parecían tener efectos adversos en el comportamiento o la esperanza de vida después de ingerir alcohol en concentraciones que oscilaban entre el 1 y el 80 por ciento, lo que revela otro ángulo sobre la tolerancia al alcohol.
Las causas subyacentes de la tolerancia al alcohol revelan la compleja relación entre los seres humanos y los seres vivos. En la intersección de la ciencia y la cultura, ¿qué revela cada reacción al alcohol?