Según las investigaciones, la mayoría de las mujeres durante sus años reproductivos desarrollarán pequeños quistes durante su ciclo de ovulación mensual.
La formación de estos quistes ováricos está estrechamente relacionada con el ciclo menstrual de la mujer. Cuando una mujer ovula, sus ovarios normalmente liberan un óvulo. Si el óvulo no se libera, se puede formar un quiste folicular de más de 2,5 cm. Otro tipo de quiste del cuerpo lúteo también se forma después de la ovulación y generalmente desaparece por sí solo durante la última semana del ciclo menstrual. Pero si el quiste se rompe, puede causar un dolor abdominal intenso.
Aunque muchos quistes ováricos no causan ningún síntoma, pueden causar molestias si aumentan de tamaño o se rompen. Algunos síntomas comunes incluyen:
La torsión ovárica y la ruptura del quiste son las complicaciones más comunes de los quistes ováricos y a veces requieren cirugía de emergencia.
La torsión ovárica es una afección muy dolorosa que ocurre cuando el ovario, con el quiste adherido, gira, provocando una interrupción en el flujo sanguíneo. La afección es más común entre mujeres en edad fértil y el riesgo aumenta durante el embarazo.
Tipos de quistes ováricosExisten muchos tipos diferentes de quistes ováricos, que pueden dividirse a grandes rasgos en quistes funcionales y quistes no funcionales. Los quistes funcionales son una parte normal del ciclo menstrual y los más comunes incluyen los quistes foliculares y los quistes del cuerpo lúteo. Los quistes no funcionales pueden incluir quistes de chocolate y quistes dermoides causados por endometriosis.
Los factores de riesgo para estos quistes incluyen el estado reproductivo, ciclos menstruales irregulares, etc. El uso de píldoras anticonceptivas puede reducir el riesgo de quistes hasta cierto punto, pero no tratarán los quistes existentes.Los quistes dermoides son los quistes ováricos no funcionales más comunes en mujeres jóvenes y generalmente son benignos y tienen una variedad de morfologías.
El diagnóstico de los quistes ováricos generalmente se basa en una ecografía pélvica y una tomografía computarizada. La ecografía se considera el método de imagen más importante. Los quistes simples que se encuentran, particularmente en mujeres en edad fértil, generalmente no requieren pruebas de seguimiento inmediatas a menos que el quiste mida más de 5 centímetros.
Opciones de tratamientoLa mayoría de los quistes ováricos no requieren ningún tratamiento y desaparecen naturalmente al cabo de unos meses. El tratamiento generalmente depende del tamaño y la forma del quiste y de si causa dolor. En términos generales, existen varias opciones principales:
La mayoría de los quistes ováricos resultan benignos, sin embargo, si un quiste se diagnostica como canceroso, se puede considerar una cirugía más radical.
Algunas mujeres deben ser conscientes de posibles complicaciones después de la cirugía, como infección o sangrado continuo. Si los resultados de la prueba muestran que el quiste es maligno, puede ser necesaria otra cirugía para extirpar el ovario afectado y el tejido circundante.
La frecuencia de los quistes ováricos es bastante alta, especialmente en mujeres en edad fértil, y su presencia es bastante común incluso en ausencia de síntomas. Sin embargo, el riesgo cambia con la edad, especialmente en mujeres posmenopáusicas, cuando los quistes ováricos pueden ser más peligrosos.
Dada la prevalencia y la naturaleza oculta de los quistes ováricos, ¿cómo deberían las mujeres prestar mejor atención a su salud reproductiva?