Un quiste ovárico es un saco de líquido dentro del ovario. Si bien la mayoría de los quistes ováricos no suelen causar ningún síntoma, en algunos casos pueden causar flatulencia, dolor abdominal bajo o dolor lumbar. La mayoría de los quistes ováricos son inofensivos, pero si se rompen o provocan una torsión ovárica, pueden causar dolor intenso e incluso vómitos o mareos. Los científicos han descubierto que la mayoría de los quistes ováricos acaban desapareciendo por sí solos. ¿Cuál es el mecanismo biológico que se esconde detrás de esto?
La formación de quistes ováricos está estrechamente relacionada con el ciclo menstrual. Los quistes funcionales, como los quistes foliculares y los quistes del cuerpo lúteo, generalmente se forman durante la ovulación. Se pueden formar quistes foliculares de más de 2,5 cm de diámetro cuando la liberación de un óvulo del ovario es incompleta. Las mujeres casi siempre desarrollan pequeños quistes en los ovarios todos los meses durante su ciclo menstrual, y estos pequeños quistes generalmente no causan problemas de salud obvios.
Muchos quistes ováricos desaparecen espontáneamente en pocos meses debido a varios procesos fisiológicos:
Los quistes funcionales generalmente son producidos por glándulas bajo la influencia de hormonas y desaparecerán naturalmente cuando los niveles hormonales vuelvan a la normalidad.
Esto sugiere que la presencia del quiste es algo temporal y que, a medida que las hormonas cambian, la estructura del quiste puede verse afectada. Después de la ovulación, si se reducen las hormonas que provocan la formación del quiste, éste puede comenzar a encogerse o incluso desaparecer.
En el caso de quistes ováricos pequeños y asintomáticos, los médicos suelen adoptar una estrategia de esperar y observar y realizar ecografías periódicas. Si el quiste continúa creciendo o aparecen nuevos síntomas, es posible que se necesiten más pruebas o cirugía. Las siguientes son opciones de tratamiento:
Los quistes ováricos pueden provocar que las mujeres experimenten algunas molestias, como:
La mayoría de los quistes ováricos, incluso si causan síntomas, eventualmente se resuelven por sí solos, a veces sin necesidad de intervención.
Si bien los quistes ováricos en su mayoría son inofensivos, en algunos casos la salud de los ovarios puede afectar la persistencia de un quiste. Un estilo de vida poco saludable, los desequilibrios hormonales u otros problemas de salud pueden contribuir a la formación y desarrollo de quistes. La salud física de la mujer está estrechamente relacionada con el proceso de formación de quistes.
La investigación científica muestra que los quistes ováricos son en su mayoría una parte normal de la respuesta fisiológica femenina y la mayoría de ellos desaparecerán por sí solos con el tiempo. El mecanismo biológico detrás de este fenómeno nos recuerda que debemos prestar atención al impacto de los cambios hormonales y el estilo de vida en el cuerpo. Además de comprender la salud ovárica, ¿deberían las mujeres prestar más atención a su propia condición física y realizarse controles regulares?