En las profundidades marinas del Atlántico Norte, existe una cuenca sedimentaria marina llamada "Cuenca Juana de Arco". La formación de esta cuenca está estrechamente relacionada con la desintegración del antiguo supercontinente Pangea, y se ha convertido en una parte importante de la actual estructura geológica del Atlántico Norte y de los recursos de petróleo y gas. Con el tiempo, la forma en que esta región dé forma a la industria energética del futuro será el foco de la exploración global.
La cuenca Jeanne-Dak se formó como resultado de la expansión y el colapso, un fenómeno que refleja las fuerzas de la antigua ruptura continental.
La cuenca Jeanne Duck está situada en una vasta zona de aguas poco profundas en la costa este de Canadá y se ve afectada por enormes fuerzas de placas tectónicas. En el período tardío del supercontinente Pangea, los antiguos estratos precámbrico y paleozoico fueron comprimidos y deformados, formando la base estructural de la corteza terrestre. A medida que los estratos se estiraron muchas veces, estas rocas antiguas experimentaron expansión y hundimiento de grietas, convirtiéndose eventualmente en la Cuenca del Pato Chena que vemos hoy.
A medida que la cuenca se hundió, se fue llenando gradualmente con sedimentos erosionados de áreas adyacentes, creando una rica estructura geológica.
Para que una cuenca genere, capture y preserve combustibles fósiles, es necesaria una combinación efectiva de factores geológicos. Las formaciones de rocas saladas y la compleja estructura estratigráfica de la cuenca Chena-Dak brindan un apoyo importante al potencial de petróleo y gas de la región. Especialmente durante el Triásico Tardío y el Jurásico Temprano, se depositaron capas excesivas de sal en la cuenca, lo que afectó aún más la posterior deformación estructural y acumulación de petróleo y gas.
Desde la perspectiva de la generación y captura de petróleo y gas en la cuenca Chena-Dake, las rocas generadoras del Jurásico de alta calidad son la clave para una exploración exitosa.
El gobierno canadiense emitió por primera vez permisos para la exploración de petróleo y gas en la cuenca Jeanne Duck a mediados de la década de 1960. El primer pozo de exploración, Murrr G-67, comenzó a perforarse en 1971, y el descubrimiento del pozo Hibernia P-15 en 1979 marcó el comienzo de la producción de petróleo en esta área. A medida que se fueron informando uno tras otro de estos importantes descubrimientos, toda la región conocida como "Terranova y Labrador" experimentó un auge económico.
A partir de 2022, se han descubierto cinco áreas de producción de petróleo y gas en la cuenca Chena Duck y sus alrededores, y están avanzando nuevos planes de desarrollo de campos petroleros.
Con la creciente demanda global de energía renovable, la forma en que los recursos de petróleo y gas natural en la cuenca Jeanne Duck afectarán la estructura energética de América del Norte y el mundo sin duda proporcionará nuevas ideas para los investigadores y expertos en energía. Esta cuenca sedimentaria no sólo es testigo de antiguos cambios geográficos, sino también un escenario importante para la futura exploración energética.
¿Cómo pensamos sobre el impacto de la historia geológica de este antiguo continente en la distribución de los recursos petroleros hoy y en el futuro?