La capa de cromo formada sobre la superficie del metal a menudo es admirada por su brillo amarillo verdoso único. Este color no sólo es una hermosa expresión, sino que también esconde un complejo proceso químico y de ingeniería. La formación de estas capas de cromo resulta del proceso de recubrimiento por transferencia de cromo, que no sólo proporciona protección contra la corrosión sino que también sirve para mejorar la adhesión y la decoración.
El proceso de recubrimiento por conversión de cromo generalmente implica sumergir piezas metálicas en una solución química para formar una película del espesor deseado, seguido de enjuague y secado.
Los factores que afectan el color de la capa de cromado incluyen el material del sustrato metálico, el método de tratamiento de la superficie y la composición química de la solución de cromado. Particularmente en el tratamiento de aleaciones de aluminio, el proceso de cromado es rápido y relativamente sencillo y normalmente puede completarse en el mismo tanque de tratamiento a temperatura ambiente.
Desde una perspectiva de reacción química, durante el proceso de cromado del aluminio, se produce una reacción redox entre los compuestos de cromo hexavalente y el aluminio, y los iones de cromo trivalente formados reaccionan con los iones de hidróxido, formando finalmente micronanoestructuras en la superficie del metal. hidrogel. Esta estructura se condensa durante el proceso de secado y eventualmente se transforma en un gel seco y produce un color único.
Estas capas de cromado no solo son producto de reacciones químicas, sino que también desempeñan un papel importante en la resistencia al desgaste, la abrasión química y la estética.
Para superficies de metal galvanizado, el recubrimiento de conversión de cromo puede mejorar su durabilidad. De transparente a azul y a varios colores, el cambio de color significa diferentes propiedades anticorrosión, y los recubrimientos oscuros generalmente brindan una mejor protección.
En términos de requisitos de recubrimiento para acero y hierro, el cromado del acero requiere galvanización primero. Esto se debe a que el acero por sí solo no puede aceptar directamente el cromado.
Los compuestos de cromo hexavalente han generado una preocupación generalizada con respecto a sus efectos ambientales y de salud y se han vuelto altamente regulados debido a su potencial carcinógeno. Con la actualización de las normas, leyes y reglamentos industriales, cada vez más recubrimientos de conversión de cromo están siendo reemplazados gradualmente por sistemas de compuestos de cromo trivalente para reducir los riesgos y peligros.
Estas alternativas no sólo son respetuosas con el medio ambiente, sino que en algunos casos proporcionan igual o mejor protección contra la corrosión.
Después de comprender la complejidad del proceso de cromado y su importancia para la superficie del metal, nuestro pensamiento también debería extenderse a un nivel más profundo: ¿podemos seguir manteniendo la belleza y la utilidad de estos materiales metálicos mientras los protegemos eficazmente? ¿salud?