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El secreto del tifón más poderoso del mundo: ¿sabes cuál tiene la mayor velocidad del viento?
Los tifones, ciclones que se desarrollan en los trópicos, se han convertido en otra ventana a nuestra comprensión de las fuerzas naturales. Con el impacto del cambio climático en varios lugares, la intensidad y la trayectoria de los tifones se han vuelto cada vez más inciertas. Sin embargo, la comunidad científica tiene cada vez más conocimientos sobre los tifones. Hoy exploramos los secretos de los tifones más poderosos del mundo y cómo se miden y clasifican sus increíbles velocidades del viento.
Un tifón se define como un ciclón tropical cuando la velocidad del viento sostenido excede los 119 kilómetros (74 millas) por hora.
Según los datos, alrededor del 30% de los ciclones tropicales mundiales se forman cada año en la cuenca del Pacífico noroeste del hemisferio norte. La temporada de tifones en esta región no está clara ya que ocurren casi todo el año. Las condiciones óptimas para la formación de tifones incluyen aguas oceánicas cálidas, clima estable, mayor humedad y la necesidad de convección y baja cizalladura vertical del viento. Estos factores trabajan juntos para permitir que los tifones se formen e intensifiquen.
Nomenclatura y clasificación de tifones
La denominación global de los tifones se lleva a cabo en colaboración entre varios países, incluidos Taiwán, Japón, Filipinas, etc. Cuando un tifón causa graves daños a una zona, la zona afectada puede solicitar que se retire su nombre. Estos sistemas de denominación no son aleatorios, sino que están llenos de significado cultural y normalmente llevan nombres de animales, flores o símbolos astronómicos.
También existen diferentes estándares de clasificación en todo el mundo para la intensidad de los tifones. Por ejemplo, el Observatorio de Hong Kong divide los tifones en tres categorías: tifones ordinarios, tifones severos y súper tifones.
Según los estándares de la Agencia Meteorológica de Japón (JMA), un tifón se clasificará oficialmente como tifón una vez que su velocidad máxima sostenida del viento alcance los 119 kilómetros por hora. Por el contrario, la clasificación del Observatorio de Hong Kong divide aún más los tifones en diferentes categorías basadas en diferentes velocidades del viento. Este método de clasificación no sólo ayuda a fortalecer la precisión de los pronósticos, sino que también mejora la conciencia pública sobre la seguridad.
La formación y trayectoria de los tifones
La mayoría de los tifones se forman en las crestas subtropicales cercanas a las latitudes y luego se mueven hacia el norte o el oeste. La trayectoria de estas tormentas se ve afectada por una variedad de factores, incluido el cambio climático global y las condiciones climáticas locales. El calor del océano, los cambios en la presión del aire y los patrones del viento afectan la trayectoria de un tifón. En particular, El Niño es un fenómeno natural que afecta el clima global y puede afectar significativamente la generación e intensidad de los tifones.
El estudio encontró una relación inversa con la actividad de los ciclones tropicales en la cuenca del Atlántico Norte. Cuando una cuenca está activa, la otra suele estar relativamente silenciosa.
Según las observaciones, los tifones del Pacífico occidental a menudo se desplazan hacia China, Taiwán, Japón y otros lugares. Taiwán, en particular, es una de las zonas más frecuentemente afectadas por tifones debido a su ubicación geográfica.
Récord del tifón más fuerte del mundo
Después de décadas de observación, el tifón Haiyan estableció la velocidad del viento más alta jamás registrada con una velocidad de viento de 314 kilómetros por hora. No sólo eso, también es un representante de los devastadores desastres que hicieron que la humanidad repensara cómo enfrentar la poderosa fuerza de la naturaleza.
En la historia de los tifones, no sólo hay vientos con velocidades asombrosas, sino también desastres humanitarios e impactos ambientales causados por ellos. Cada tifón nos recuerda que el respeto y la comprensión de la naturaleza son la única forma de proteger la vida.
Además de Haiyan, hay otros tifones que han dejado una profunda huella en su intensidad y poder destructivo, como el tifón Tip en 1979. Su presión mínima alcanzó los 870 hPa, lo que lo convierte en uno de los ciclones tropicales más fuertes de la historia. . En estos tifones no sólo están las fuerzas de la naturaleza, sino también las historias de millones de familias y las dificultades de la reconstrucción.
Conclusión
Cómo predecir de manera más efectiva la formación y trayectoria de los tifones es un desafío importante que enfrentan actualmente los científicos, tecnológicos y meteorológicos. A medida que el impacto del cambio climático se vuelve cada vez más evidente, la investigación sobre los tifones seguirá siendo en profundidad. Ante la amenaza de tifones en el futuro, es posible que debamos pensar en qué papel deberían desempeñar los humanos en este proceso para coexistir mejor con la naturaleza.
