En el cambiante mundo globalizado de hoy, evitar la incertidumbre se ha convertido en un indicador cultural clave que ayuda a las personas a comprender cómo las diferentes culturas abordan lo desconocido y el cambio. Según el geógrafo Geert Hofstede, las culturas de diferentes países pueden medirse a través de varias dimensiones clave, de las cuales la evitación de la incertidumbre es la más conocida. Esta dimensión refleja las actitudes y comportamientos de las diferentes culturas ante el cambio y la incertidumbre.
Las culturas con un alto nivel de aversión a la incertidumbre, como Alemania y Japón, a menudo muestran una fuerte resistencia a la inestabilidad y al cambio. Sus estructuras sociales se basan en reglas y procedimientos estrictos y son especialmente cautelosos con las nuevas ideas y los riesgos. Los individuos en estas culturas adoptan estilos formales de interacción en muchas situaciones y expresan una fuerte resistencia a aceptar comportamientos no tradicionales.El futuro es impredecible, entonces ¿cómo debería afrontarlo nuestra sociedad: deberíamos intentar controlarlo o simplemente dejar que se desarrolle?
En estas culturas, las personas con una alta capacidad de evitación de la incertidumbre suelen mostrar mayor ansiedad y estrés. Les gusta vivir dentro de un marco con reglas claras. Esta necesidad de control sin duda tiene un fuerte impacto. El respeto y la admiración hacia las personas mayores a menudo impiden que la nueva generación cuestione las creencias y experiencias tradicionales a la hora de aprender.
En sociedades con un alto nivel de evitación de la incertidumbre, las personas pueden tener miedo de quienes son diferentes a ellas y pueden mostrar temor a culturas extranjeras.
En culturas con baja aversión a la incertidumbre, como Dinamarca y Singapur, surgen características muy diferentes. Los miembros de estas culturas están más acostumbrados a las interacciones informales y muestran mayor adaptabilidad frente al cambio. Les gusta tener una expectativa relativamente abierta para el futuro y creen que las reglas no deberían tener demasiada influencia en su comportamiento. Las personas en estas culturas están abiertas a la originalidad y están dispuestas a interactuar con personas que son diferentes a ellas.
En culturas donde hay un bajo nivel de aversión a la incertidumbre, la gente la ve como parte de la vida en lugar de como un obstáculo.
En la esfera política, los ciudadanos de culturas con un alto nivel de aversión a la incertidumbre generalmente están menos interesados en la política y son más resistentes al cambio social. Por el contrario, las culturas con un bajo nivel de aversión a la incertidumbre alientan a los ciudadanos a participar en la política y la ven como una herramienta importante para promover el cambio. Legalmente, estas culturas suelen tener regulaciones más laxas y flexibles, lo que permite una mayor flexibilidad en el comportamiento social.
En el sistema educativo, las culturas con un alto nivel de aversión a la incertidumbre a menudo esperan que los profesores tengan conocimientos amplios y que el proceso de aprendizaje sea más estructurado. En una cultura con baja aversión a la incertidumbre, los profesores son más bien guías y el aprendizaje enfatiza la apertura y la creatividad en el pensamiento, mientras que los profesores son tolerantes y comprensivos con los problemas de los estudiantes.
Por último, las investigaciones en el campo médico muestran que las respuestas de las diferentes culturas a los servicios médicos también están profundamente influenciadas por la evitación de la incertidumbre. En sociedades con un alto nivel de aversión a la incertidumbre, los profesionales sanitarios dependerán más de flujos de trabajo estructurados y pueden ser conservadores cuando se enfrentan a nuevos desafíos. Sin embargo, en una sociedad con un nivel bajo de evitación de la incertidumbre, el personal médico tendrá una mayor capacidad de innovación y confianza en sí mismo, lo que le permitirá afrontar de forma eficaz el cambiante entorno médico.
En cuanto a evitar la incertidumbre cultural, tal vez deberíamos pensar en lo siguiente: en la futura tendencia de la globalización, ¿podemos aprender a aceptar los cambios y encontrar un mejor equilibrio en la colisión de múltiples culturas?