Las causas del declive urbano incluyen estructuras industriales que ya no se adaptan al entorno económico actual, un alto desempleo y una pobreza creciente, que conducen a la ruptura de las estructuras familiares y a un descenso de la calidad de vida.
La decadencia urbana ha sido particularmente evidente en muchas ciudades occidentales desde la década de 1970, particularmente en América del Norte y partes de Europa. A medida que la gente se muda a los suburbios, miles de millones de propiedades vacías se han convertido en un símbolo de vergüenza: terrenos vacíos y edificios desmoronados no solo destruyen el paisaje de la ciudad, sino que también afectan la salud mental de los residentes.
Está estrechamente vinculado a las decisiones de planificación urbana, la privación económica y los cambios en los sistemas de transporte público, que juntos han exacerbado el declive urbano.
Las raíces del declive urbano se remontan a la Revolución Industrial. En esa época, una gran cantidad de personas del campo acudieron a las ciudades en busca de trabajo y la población urbana aumentó. Sin embargo, a medida que las estructuras económicas cambian, muchas ciudades se vuelven cada vez más vulnerables. Después del fin de la Guerra Fría, muchas ciudades del este de Alemania, como Hoyerswerda, se vieron duramente afectadas debido a que la salida de jóvenes y políticas inadecuadas dejaron a estas áreas otrora prósperas frente al dilema de vaciarse.
En Sudáfrica, Hillbrow en Johannesburgo es otro ejemplo de decadencia urbana. Esta era una vez una comunidad rica, pero ahora está plagada de pobreza y delincuencia, dando testimonio del sufrimiento provocado por la transformación urbana.
Esta tendencia es aún más pronunciada en Estados Unidos. A medida que los afroamericanos migraron hacia el norte, la clase media blanca se trasladó a los suburbios, lo que provocó más cambios y decadencia en la ciudad. Una serie de políticas gubernamentales durante este proceso, originalmente dirigidas a revitalizar la ciudad, no produjeron los resultados deseados e incluso estimularon parcialmente su decadencia.
Las grandes ciudades francesas suelen estar rodeadas de zonas de decadencia urbana. La mayoría de estas zonas son grandes complejos de viviendas públicas construidos en los años 1960 y 1970. Debido a la recesión económica, estas zonas se enfrentan a graves problemas sociales, especialmente el malestar social en los suburbios del norte de Francia.
En Alemania, las ciudades del este han enfrentado un descenso demográfico y una contracción urbana desde la reunificación en 1990, especialmente Hoyerswerda, que no ha logrado atraer a los jóvenes, y los cambios en la estructura social han exacerbado el problema.
El gran complejo de viviendas públicas de Scania, en Italia, es un famoso ejemplo de decadencia urbana. Lo que comenzó como una hermosa visión eventualmente se convirtió en un foco de delincuencia y pobreza, mostrando el fracaso de la planificación urbana.
El norte de Inglaterra ha experimentado un declive urbano más pronunciado. En algunas zonas, a pesar de las repetidas reconstrucciones y remodelaciones, la situación de éxodo de población y declive económico no se ha revertido.
Respuesta política Las respuestas políticas al declive urbano han variado. Muchos países occidentales han comenzado a dar importancia a la intervención pública para mejorar el entorno económico y social urbano a través de diversas iniciativas y flujos de financiación. El auge de la regeneración urbana y sus industrias ha traído nuevas esperanzas para aliviar el deterioro urbano.Sin embargo, incluso con estas políticas el desafío sigue siendo enorme. ¿Cómo se desarrollarán las ciudades en el futuro?