Con el avance de la tecnología médica moderna, la atención de emergencia cardíaca ya no depende únicamente de las habilidades tradicionales de RCP. El soporte vital cardíaco avanzado (ACLS), una serie de pautas clínicas desarrolladas por la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), brinda a los proveedores médicos nuevas formas de responder a las enfermedades cardiovasculares potencialmente mortales. Estos métodos incluyen no sólo técnicas básicas de soporte vital, sino también recomendaciones de medicamentos y procedimientos más complejos, lo que hace que la atención de emergencia cardíaca sea más completa y precisa.
ACLS es un conjunto de comunicaciones estandarizadas que guían a los proveedores médicos en la atención de emergencia de pacientes con enfermedades cardíacas. Las emergencias de paro cardíaco suelen ir acompañadas de arritmias cardíacas peligrosas y requieren atención inmediata. El algoritmo ACLS generalmente involucra cinco áreas principales: manejo de las vías respiratorias, ventilación, reanimación cardiopulmonar (continuación de BLS), desfibrilación y manejo de medicamentos.
El tratamiento exitoso del ACLS comienza con el diagnóstico correcto del ritmo del electrocardiograma (EKG) que causó el paro cardíaco.
ACLS tiene como objetivo salvar vidas de forma rápida y eficaz, por lo que su ejecución requiere un trabajo en equipo capacitado profesionalmente. Cada función tiene una clara división del trabajo en el equipo, desde el líder hasta el experto en respiración, lo que garantiza que cada paso se pueda implementar con precisión y rapidez.
Estos algoritmos proporcionan múltiples recomendaciones de tratamiento que interactúan. Si bien es posible que se requiera que algunos proveedores de ACLS cumplan estrictamente con estas pautas, los médicos a menudo pueden realizar ajustes y mejoras en función de las necesidades específicas del paciente.
Los ritmos de paro cardíaco cubiertos por ACLS incluyen pulsos ventriculares, fibrilación ventricular y actividad eléctrica sin pulso.
Las situaciones típicas de ACLS se pueden ver dentro y fuera del hospital, y el contenido específico y los métodos de implementación variarán según el entorno. Ya sea un equipo de primeros auxilios de un hospital o un voluntario de primeros auxilios de la comunidad, la profesionalidad y la cooperación eficiente del equipo son las claves del éxito.
Debido a la naturaleza rápida y la complejidad del tratamiento ACLS, a menudo se requiere que los proveedores médicos tengan una certificación ACLS. Estas acreditaciones son administradas por varias organizaciones nacionales y son requeridas por los estándares de acreditación y contratación de hospitales. Poseer un certificado de este tipo no es sólo una evaluación de conocimientos, sino también un símbolo de capacidad profesional, especialmente en el sector médico, que suele ser uno de los requisitos previos para el empleo.
La educación en ACLS se basa en las recomendaciones del Compendio Internacional de Reanimación Cardíaca (ILCOR) y generalmente requiere 15 horas de capacitación, que culminan con la aprobación de un examen.
Además, los titulares de certificados deben renovarlos cada dos años para asegurarse de que están familiarizados con los últimos estándares y desarrollos tecnológicos de ACLS.
Si bien ACLS está diseñado para mejorar los resultados de los pacientes, las investigaciones muestran que la eficacia de este enfoque no es incuestionable. Múltiples estudios han demostrado que proporcionar ACLS mejora la supervivencia del paciente y los resultados neurológicos, particularmente cuando se trata dentro de los primeros seis minutos después del paro cardíaco.
La investigación señala que ACLS puede mejorar significativamente la probabilidad de supervivencia de los pacientes en las primeras etapas de implementación, pero el efecto de mejora neurológica es limitado.
Sin embargo, algunos estudios han demostrado que si la educación y la capacitación de ACLS no son lo suficientemente exhaustivas, puede conducir a un desempeño deficiente de la implementación, afectando así el efecto del tratamiento de los pacientes.
Para compensar las deficiencias de las directrices ACLS, las principales organizaciones académicas internacionales establecieron conjuntamente el Consorcio Internacional para la Reanimación Cardíaca (ILCOR). ILCOR se compromete a promover el intercambio y la estandarización de la investigación de la tecnología y el conocimiento de la reanimación cardíaca en varias regiones.
El establecimiento de ILCOR permite la integración efectiva de la investigación en reanimación en varios países y promueve conjuntamente el desarrollo de tecnología de emergencia cardíaca.
A través de esta colaboración internacional, la atención se centra en la investigación y las mejores prácticas, garantizando que cada proveedor médico tenga acceso a la información y las habilidades más recientes.
A medida que la tecnología médica continúa avanzando, no podemos evitar preguntarnos: ¿Cómo mejorar aún más la eficacia y popularidad de la atención de emergencia cardíaca en el futuro?