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La revolución del examen SQE: ¿Cómo se está renovando por completo la cualificación de abogado en el Reino Unido?
Desde 2021, la profesión jurídica ha marcado el comienzo de una revolución en la certificación de cualificaciones de abogados: el Examen de Calificación de Abogados (SQE). Este nuevo sistema no sólo simplifica la forma de obtener cualificaciones jurídicas en Inglaterra y Gales, sino que también reforma por completo el proceso de formación tradicional, allanando el camino para una nueva generación de profesionales del derecho.
Estructura básica del SQE
Según los nuevos requisitos, cualquier persona que desee ingresar a la profesión legal debe tener educación terciaria (es decir, educación de nivel universitario, pero no necesariamente un título en derecho), aprobar dos exámenes SQE y completar dos años de experiencia laboral calificada. Debe tener experiencia laboral calificada (QWE) y cumplir con los requisitos de carácter e idoneidad de la Autoridad de Regulación de Abogados (SRA). El cambio marca el fin del contrato de formación tradicional y su reemplazo por el QWE, que permite a los candidatos adquirir experiencia laboral en varias organizaciones diferentes.
Historia de SQE“El objetivo del SQE es simplificar el proceso de calificación de los abogados y reducir la carga financiera de los estudiantes”.
El nacimiento del SQE se deriva de la aprobación de la Comisión de Servicios Jurídicos el 28 de octubre de 2020. Después de nueve años de consultas, el nuevo sistema finalmente entró en vigor en el otoño de 2021. A partir de 2022, todos aquellos que deseen calificar como abogados deberán completar su cualificación a través del SQE. Para permitir que los candidatos que ya comenzaron bajo el sistema antiguo completen sus exámenes, la SRA también ha establecido un período de transición de diez años hasta 2031.
Composición del examen SQE
El SQE consta de dos partes, SQE1 y SQE2, y los candidatos deben aprobar ambas evaluaciones para obtener la calificación. Entre ellos, el SQE1 contiene 180 preguntas de opción múltiple, que evalúan principalmente los conocimientos jurídicos básicos y los principios legales; mientras que el SQE2 evalúa la capacidad práctica de los candidatos, incluyendo pruebas orales y escritas. El primero se centra en entrevistas simuladas con clientes y defensa ante los tribunales, mientras que el segundo implica investigación jurídica, redacción de documentos legales, etc.
“El estándar de evaluación del examen SQE es más riguroso que el antiguo Curso de Práctica Legal (LPC), similar al examen del Colegio de Abogados de Estados Unidos”.
Tasas y tasas de aprobación de exámenes
Según la SRA, a enero de 2024, la tasa de aprobación para SQE1 es del 51%, mientras que la tasa de aprobación para SQE2 es del 61%. El costo de la evaluación también está aumentando: se estima que el costo total del examen alcanzará las £4,790 en septiembre de 2024, mientras que algunos cursos de preparación costarán aún más, con gastos totales que potencialmente superarán las £22,590, lo que genera una preocupación generalizada sobre los costos.
Preguntas y críticas
Aunque el SQE se introdujo con la intención de simplificar las cualificaciones, también ha suscitado algunas críticas. En primer lugar, está la cuestión de la carga financiera. El precio del examen SQE ha aumentado significativamente en comparación con el sistema anterior, pero muchos estudiantes siguen optando por inscribirse en cursos de preparación para el examen que son muy costosos. Además, también se ha cuestionado la dificultad del SQE porque su nivel de evaluación es equivalente al de los nuevos abogados, no sólo de los pasantes.
"En algunos exámenes, el aprobado o reprobado de los candidatos se vio afectado incluso por errores administrativos."
Perspectivas de futuro
Ante los cambios generalizados en el SQE, la profesión jurídica y la academia jurídica deben trabajar juntas para garantizar que el nuevo sistema refleje verdaderamente las necesidades de la profesión jurídica. Al mismo tiempo, las instituciones de educación jurídica también necesitan adaptarse a este cambio y ajustar sus estrategias de formación para cumplir con los requisitos de la SQE.
En esta revolución, ¿podrá la SQE lograr realmente su objetivo de simplificar los procedimientos o traerá nuevos desafíos al desarrollo futuro de la profesión jurídica?
