En los bosques tropicales de América del Sur, las abejas de las orquídeas (Euglossini) muestran comportamientos fascinantes, en particular el hábito de los machos de recolectar perfume. En este grupo, la mayoría de las abejas son solitarias, excepto algunas especies sociales. Estas abejas se ganan la vida recolectando aromas florales, pero el complejo significado ecológico detrás de este comportamiento ha despertado el interés de los científicos por la investigación.
Las abejas orquídeas pertenecen a la subfamilia Apinae (Apinae) y se distribuyen principalmente en América del Sur y Central, especialmente en las selvas tropicales. Hay aproximadamente 200 especies descritas y estas abejas suelen tener una apariencia metálica brillante y son principalmente de color verde, dorado y azul. Su estilo de vida es mayoritariamente solitario, aunque algunas especies exhiben un comportamiento social simple.
Las abejas de las orquídeas macho tienen estructuras de patas especiales que se utilizan para recolectar y almacenar compuestos volátiles que provienen principalmente de ciertas especies de orquídeas. Estas orquídeas no producen néctar y las abejas macho visitan las flores para recolectar perfume para su propio uso. Mientras recolectan perfume, las abejas macho también se convierten en polinizadores de estas orquídeas.
"El perfume de las abejas macho no parece ser el único propósito para atraer a las hembras. También puede mostrar la calidad genética del macho."
En el proceso de obtención de miel, las extremidades anteriores y medias de la abeja macho cooperan para transferir el compuesto a ranuras especiales en las extremidades traseras y almacenarlo en la cavidad esponjosa de las patas traseras. Estos perfumes acumulados desempeñan un papel importante en las exhibiciones de cortejo de las abejas, aunque ningún experimento ha demostrado todavía conductualmente la capacidad de las abejas hembras para atraer los olores masculinos.
Los científicos especulan que los perfumes recolectados por las abejas macho de las orquídeas no son sólo para atraer a las hembras, sino que también pueden servir como una señal para mostrar las cualidades genéticas del macho. Esta idea es similar al principio de discapacidad de Zahavi, que establece que sólo los hombres sanos y fuertes pueden gastar grandes cantidades de energía para recolectar mezclas complejas de perfumes.
“Este es un fenómeno único en el reino animal, y la relación entre las abejas macho y los compuestos volátiles ha atraído la atención de muchos ecologistas.”
La colección de perfumes también se ve afectada por el medio ambiente, especialmente el tiempo de floración de las diferentes plantas y los cambios en la dirección del viento, lo que cambiará la disponibilidad de ciertos perfumes. Esto permite a las abejas macho cambiar sus preferencias según las estaciones, eligiendo diferentes fragancias.
No todas las orquídeas dependen de las abejas para la polinización; están involucrados una variedad de otros insectos, incluidas otras abejas, avispas, moscas, hormigas y polillas. Un comportamiento de polinización tan diverso permite a las orquídeas adaptarse a una amplia gama de hábitats diferentes.
Hasta la fecha, los científicos han utilizado compuestos sintéticos para atraer y estudiar a estas abejas macho, permitiéndoles aprender más sobre su comportamiento de recolección y sus interacciones con su entorno. Con el cambio climático y los cambios en los ecosistemas, cómo proteger a estos preciosos polinizadores sigue siendo un foco importante de investigación futura.
"Las abejas orquídeas no sólo desempeñan un papel importante en el ecosistema, sino que sus patrones de comportamiento únicos también desafían nuestra comprensión de la selección sexual".
El comportamiento de las abejas de las orquídeas nos hizo pensar: ¿existen otros ejemplos similares de este comportamiento único de recolección de perfumes en la naturaleza?