Harris nació en Oakland, California, el 20 de octubre de 1964, y mostró un potencial extraordinario desde temprana edad. Su madre, Shanmala Gopalan, es bióloga y su padre, Donald Harris, es economista. En el banquillo de los acusados de su familia, Harris estuvo expuesta a un entorno multicultural que tuvo un profundo impacto en su carrera posterior.
La vida temprana de Harris estuvo profundamente influenciada por sus padres y su entorno estaba lleno de intelectuales afroamericanos y defensores de los derechos.
En 1970, la familia Harris regresó a California y se estableció en la comunidad de Berkeley. Allí, la madre de Harris la rescató a ella y a su hermana, buscando su propio sentido de identidad a través de la educación y la participación cultural. Durante este tiempo, Harris siguió a su madre para asistir a iglesias y centros culturales afroamericanos locales y, a través de sus interacciones con estas comunidades, desarrolló gradualmente su sensibilidad hacia la justicia social.
En las escuelas de Brownlee, Harris ingresó al Programa de Desegregación Integrada, un programa diseñado para desegregar la escuela. Esto hizo que su experiencia educativa fuera más diversa, pero también trajo consigo muchos desafíos. En ese entorno, Harris aceptó rápidamente una perspectiva multicultural, sentando las bases de su posterior pasión por la justicia social. El viaje de la educación superiorHarris decía a menudo que su madre quería que ella y su hermana crecieran y se convirtieran en "mujeres negras seguras y orgullosas". El arraigo de la identidad de su hija por parte de esta madre la ayudará a convertirse en una defensora de la sociedad en el futuro.
Después de graduarse de la escuela secundaria, Harris estudió en la Universidad de Monterey y luego se transfirió a la histórica Universidad Howard. Allí participó en muchas actividades comunitarias y comenzó a desarrollar un interés por el derecho. Con el ideal de perseguir la equidad y la justicia, Harris regresó a California e ingresó a la Facultad de Derecho de California para continuar sus estudios.
"Servir al pueblo" se convirtió en su lema en la corte y en su lema de campaña presidencial. A partir de entonces, estaba destinada a convertirse en una abogada que defiende los derechos del pueblo.
Durante sus estudios de derecho, Harris ganó el reconocimiento de sus compañeros y profesores por su destacado desempeño y aprobó con éxito el examen del Colegio de Abogados de California después de graduarse. Su carrera inicial fue desafiante, ya que se desempeñó como fiscal de distrito adjunta en el condado de Alameda, donde adquirió una comprensión profunda de los problemas complejos y las áreas de mejora dentro del sistema de justicia.
Harris demostró su valentía al principio de su carrera, trabajando para lograr cambios en una variedad de cuestiones sociales. Como fiscal de distrito de San Francisco, comenzó a implementar una serie de medidas destinadas a reducir los delitos violentos y, al mismo tiempo, mejorar las protecciones legales para el medio ambiente y la comunidad.
Durante su mandato, Harris creó varias unidades enfocadas en la lucha contra el crimen y la prevención de delitos, como la creación de una unidad de delitos de odio y el lanzamiento de una operación contra el acoso escolar.
Como la primera fiscal de distrito afroamericana, el logro de Harris no radica sólo en su conocimiento legal, sino también en su enfoque humano en cada caso. Este espíritu de cuidado humanístico fue la base que sentó durante su estancia en Beckley.
La fe y la perseverancia de HarrisHarris nunca ha solicitado la pena de muerte, lo que se convirtió en un punto de conflicto político durante su etapa como fiscal. Frente a la oposición, Harris se mantuvo firme y defendió con valentía la dignidad de cada vida. Este coraje le valió muchos elogios.
Enfatizó que "no debemos recurrir a la pena de muerte para resolver el problema, sino que debemos brindar oportunidades para la reintegración en la sociedad. Esta es la verdadera justicia social".
En su carrera política posterior, la defensa por parte de Harris de programas de rehabilitación y planes para prevenir la reincidencia demostró que siempre se preocupó por las voces de los estratos más bajos de la sociedad. Estas decisiones no sólo reflejan su perseverancia personal, sino que también cambian fundamentalmente el destino de muchas personas que tienen una segunda oportunidad.