En la investigación médica actual, la aptitud cardiorrespiratoria (CRF) se ha convertido en un indicador importante de la salud. No sólo afecta la capacidad del cuerpo para hacer ejercicio, sino que también está estrechamente relacionado con el riesgo de enfermedad y mortalidad. Según los científicos, la aptitud cardiorrespiratoria se refiere a la capacidad de los sistemas circulatorio y respiratorio para suministrar oxígeno a los músculos esqueléticos durante una actividad física sostenida. Estas funciones fisiológicas, incluidas la ventilación, la perfusión, el intercambio de gases y la vasodilatación, son la piedra angular de la salud humana.
Los niveles de aptitud cardiorrespiratoria se pueden cuantificar y utilizar para medir el riesgo de enfermedad y muerte de un individuo.
En un informe científico oficial publicado en 2016, la Asociación Estadounidense del Corazón enfatizó que la aptitud cardiorrespiratoria debe considerarse un signo vital clínico y evaluarse periódicamente en la práctica clínica. Las investigaciones muestran que los niveles bajos de aptitud cardiorrespiratoria aumentan significativamente el riesgo de enfermedad cardiovascular (ECV) y mortalidad por todas las causas. Algunos investigadores médicos incluso dicen que la aptitud cardiorrespiratoria es un predictor de mortalidad más fuerte que los factores de riesgo comunes como el tabaquismo, la presión arterial alta, el colesterol alto y la diabetes tipo 2.
¿Cómo mejorar la aptitud cardiorrespiratoria? Se ha demostrado que la actividad física y el ejercicio regulares ayudan a mejorar la aptitud cardiorrespiratoria, reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares y otros problemas de salud y mejoran la salud general. Los diferentes tipos de ejercicio, como las carreras de resistencia, el entrenamiento con pesas y las competiciones atléticas, tienen beneficios para la salud. Sin embargo, las investigaciones muestran que el entrenamiento en intervalos de alta intensidad (HIIT) es particularmente eficaz para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria y el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx.).
El entrenamiento en intervalos de alta intensidad se considera eficaz para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria en personas de todas las edades.
El método cuantitativo de la aptitud cardiorrespiratoria apareció en la década de 1920. El fisiólogo británico Archibald Hill propuso una relación multifactorial entre la tasa de absorción de oxígeno por los tejidos corporales y la intensidad de la actividad física. Acuñó el término VO2 máx, que se convirtió en un indicador básico de las pruebas de ejercicio y marcó el comienzo de la investigación sobre la aptitud cardiorrespiratoria.
El VO2 máx representa el consumo máximo de oxígeno por kilogramo de masa corporal por minuto y se ha convertido en la principal base de medición de la aptitud cardiorrespiratoria.
Hay muchas formas de medir la aptitud cardiorrespiratoria y el VO2 máximo ha sido la medida más aceptada desde la década de 1960. La prueba de ejercicio cardiopulmonar (CPET) se considera el estándar de oro para verificar el VO2 máximo. Los medidores deben analizar el intercambio de gases durante el ejercicio, generalmente hasta que se alcanza el valor de esfuerzo máximo.
A medida que avanza la tecnología, existen muchas otras formas de estimar el VO2 máximo, como caminar o trotar una distancia específica o aumentar gradualmente la inclinación en una cinta de correr hasta alcanzar un objetivo submáximo. Estos métodos son flexibles y adaptables a sujetos de prueba de diferentes edades y condiciones de salud.
El sistema cardiovascular responde a los cambios en las demandas del cuerpo ajustando el gasto cardíaco, el flujo sanguíneo y la presión arterial. El gasto cardíaco es el producto de la frecuencia cardíaca y el volumen sistólico y representa la cantidad de sangre bombeada por el corazón por minuto. Durante el ejercicio, el gasto cardíaco aumenta debido al aumento de la frecuencia cardíaca y el volumen sistólico.
El desarrollo de la aptitud cardiorrespiratoria no sólo mejora las capacidades de ejercicio de las personas, sino que también proporciona posibles soluciones para reducir múltiples riesgos para la salud. Por lo tanto, mejorar la aptitud cardiorrespiratoria no es sólo un objetivo de salud, sino que debe considerarse una parte importante de la vida de todos. ¿Has prestado atención a mejorar tu condición cardiorrespiratoria en tu vida diaria?