A medida que se profundiza la globalización, cada vez más familias con orígenes culturales no coreanos se están arraigando en Corea del Sur. Estas familias incluyen matrimonios transnacionales con parejas extranjeras, familias de trabajadores extranjeros y familias de refugiados norcoreanos. El gobierno de Corea del Sur ha adaptado gradualmente sus políticas para apoyar la vida de estas familias multiculturales y permitirles integrarse en el marco de la sociedad tradicional. Este fenómeno no sólo demuestra la diversidad de la cultura surcoreana, sino que también refleja los cambios en la estructura social interna.
El establecimiento de una familia multicultural no es sólo una integración de grupos étnicos, sino también una manifestación importante de inclusión social.
Tomando como ejemplo las familias con matrimonios internacionales, en dichas familias al menos uno de los padres es ciudadano coreano y el otro es extranjero. Las familias de trabajadores extranjeros generalmente incluyen a extranjeros que trabajan en Corea y a sus hijos. Corea del Sur ha incrementado gradualmente su apoyo a estas familias, proporcionándoles, entre otras cosas, escuelas de idiomas y servicios de adaptación cultural.
Los niños de familias multiculturales a menudo se clasifican como hijos de matrimonios internacionales e hijos de trabajadores extranjeros. Estos niños no sólo tienen que lidiar con diferencias lingüísticas y culturales, sino que también pueden sentirse confundidos acerca de su identidad en la sociedad. Por ejemplo, los hijos de madres extranjeras y padres coreanos suelen ser categorizados en diferentes roles sociales, lo que hace que sus identidades no estén claras.
Aceptación y desafío culturalUn estudio ha descubierto que muchos niños mestizos sufren acoso en la escuela y se enfrentan al rechazo de sus compañeros.
Corea del Sur es considerado tradicionalmente un país monoétnico y los niños de ascendencia mixta suelen ser considerados una minoría. El número de estos niños está aumentando a medida que se incrementan los matrimonios internacionales, pero su lugar en la sociedad sigue siendo un desafío. Esta situación refleja la fuerte obsesión por la “pureza de sangre”, lo que dificulta que muchos niños se identifiquen con su propia cultura.
Según las estadísticas, en 2015 había 207.693 niños en familias multiculturales en Corea del Sur, de los cuales el 60% eran niños menores de 6 años. La necesidad de educación es particularmente aguda entre los niños en edad escolar, cuyo número aumenta entre 7.000 y 10.000 por año. Desde 2008 se han establecido políticas jurídicas para estos niños, con el objetivo de proporcionar el apoyo que necesitan las familias multiculturales y ayudarlas a adaptarse mejor a la sociedad coreana.
Análisis económico y social“La educación es la clave para la integración del niño en la sociedad”.
El mercado laboral de Corea del Sur supone un desafío para los niños de familias multiculturales. Según datos de 2015, solo el 27,1% de los niños de familias multiculturales de 15 años o más pudieron encontrar trabajo. Esta cifra refleja su difícil realidad en términos de integración social e independencia económica. El Gobierno ha puesto en marcha varios programas de apoyo para ayudar a estos niños, como un programa de formación vocacional específicamente para jóvenes que desean obtener cualificaciones profesionales.
ConclusiónFrente a muchos desafíos y oportunidades, las familias multiculturales coreanas no sólo necesitan apoyo en su búsqueda de identidad propia, sino que también tienen que enfrentar los prejuicios sociales y el trato desigual. Cómo lograr un equilibrio entre la propia cultura y la cultura dominante será una cuestión importante en la futura sociedad diversa. ¿Podemos ser más receptivos a este multiculturalismo y crear una sociedad más inclusiva para todas las familias?