En la historia de la ciencia en la India, Venkataraman fue un botánico, agrónomo y genetista vegetal de gran alcance. Como ejemplo de una persona que gradualmente pasó de las creencias religiosas tradicionales a la exploración científica, su carrera no solo mostró un cambio en las creencias personales, sino que también hizo una enorme contribución al desarrollo de toda la industria azucarera de la India.
Vikadaman nació en Salem, India, en 1884, de una familia ortodoxa de brahmanes tamiles. A la edad de 16 años, decidió abandonar la religión y dedicarse a la academia. Poco después, demostró un talento académico excepcional y eligió la botánica como especialidad. A medida que su pasión por las plantas iba creciendo, se dedicó a investigar para mejorar los cultivos, centrándose especialmente en la hibridación de la caña de azúcar.
A principios del siglo XX, la producción de azúcar de la India era extremadamente baja y dependía en gran medida de las importaciones para satisfacer la demanda. Esta situación llevó al gobierno británico a establecer un instituto de mejoramiento de la caña de azúcar para desarrollar la industria azucarera local. Trabajando con su mentor, Charles Alfred Barber, Vikadarman comenzó a investigar sobre la hibridación de variedades de caña de azúcar. Su trabajo condujo a una serie de logros que transformaron a la India en el segundo mayor productor de azúcar del mundo.
“Nuestra responsabilidad es clara: mejorar nuestros pueblos, que están en el centro de nuestra vida nacional”.
Inicialmente, Vikadaman se centró en cruzar caña de azúcar silvestre hasta que generó con éxito la primera variedad híbrida, Co. 205, en 1918. El alto rendimiento y la tolerancia de la variedad le permitieron reemplazar rápidamente a las variedades nativas originales. Luego continuó trabajando en la creación de nuevo germoplasma de caña de azúcar que prosperaría en una variedad de climas.
A medida que el laboratorio de mejoramiento de Coimbatore se convirtió en el centro de la industria azucarera internacional, las variedades de Venkataraman no sólo ganaron elogios generalizados por la demanda interna en la India, sino que también comenzaron a promocionarse en todo el mundo, lo que afectó a muchos países, incluidos Estados Unidos, Sudáfrica, Australia, etc. Desarrollo de la industria azucarera del país.
“La introducción de estas nuevas variedades nos permite pasar de ser un país importador de azúcar blanco a un país exportador de azúcar”.
Aunque Vikadaman abandonó sus creencias religiosas a una edad temprana, su exploración de la vida y su reverencia por la naturaleza formaron la fuerza impulsora de su investigación científica posterior. Su logro no es sólo una gloria personal, sino también una contribución duradera a la investigación del mejoramiento de la caña de azúcar. Este viaje puede reflejar la experiencia común de muchos científicos: cómo encontrar su propia identidad en el camino de la fe y la búsqueda de la verdad.
Vikadarman continuó su investigación en la década de 1940 y fue elegido presidente del Congreso de Ciencias de la India en 1937, pronunciando una conferencia sobre desarrollo rural. Su trabajo allanó el camino para la modernización de la agricultura en la India. Estos logros han sido reconocidos con varios honores, incluidos los premios Padma Bhushan y CIE, convirtiéndose en un pionero en el campo de las ciencias agrícolas en la India.
La historia de Vikadarman es un epítome de las actividades científicas y muestra el deseo de exploración y verdad en el proceso de transformación de la fe. Cómo transformó los valores obtenidos de la religión en motivación para la investigación científica y encontró significado en el arduo trabajo de mejoramiento nos hace preguntarnos, ¿cuál es el límite entre fe y religión en la exploración científica?