El trastorno por déficit de atención e hiperactividad en adultos (TDAH) es un trastorno del desarrollo neurológico en el que los síntomas deben estar presentes en la infancia. Según los criterios diagnósticos del Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales, Quinta Edición (DSM-5), el TDAH en adultos suele manifestar múltiples síntomas en niños antes de los 12 años, y con este cambio de criterios se pretende aumentar la Número de adultos con TDAH. Resiliencia diagnóstica. Las investigaciones muestran que alrededor de dos tercios de los casos de TDAH infantil persisten hasta la edad adulta, pero la gravedad de estos síntomas puede cambiar con el tiempo y afectar la vida diaria de un individuo.
“El TDAH en la edad adulta puede mostrar características diferentes y, muchas veces, las personas ni siquiera son conscientes de que padecen el trastorno”.
Según los criterios del DSM-5, el TDAH se considera una "condición del desarrollo neurológico de por vida" y este diagnóstico requiere que los niños demuestren seis o más síntomas en áreas de falta de atención o hiperactividad-impulsividad. Para adolescentes y adultos mayores de 17 años, se deben haber mostrado al menos cinco síntomas antes de los 12 años. Aunque no existe un estándar unificado para la edad de aparición del TDAH, la Clasificación Internacional de Enfermedades, 11ª Revisión (CIE-11) actualizó sus criterios de diagnóstico para hacerlos más consistentes con los requisitos del DSM-5.
El TDAH se clasifica generalmente en tres manifestaciones diferentes:
En los adultos, la falta de atención marcada es la más común y ocurre en aproximadamente el 45 % de los casos. Las proporciones de rendimiento mixto y rendimiento hiperactivo-impulsivo fueron del 34% y el 21% respectivamente.
“Los adultos con TDAH a menudo tienen dificultades para iniciar y completar tareas, y no pueden concentrarse en nada”.
El TDAH puede tener efectos negativos significativos en la escuela, el trabajo y las relaciones. Los adultos con TDAH a menudo presentan déficits en la autorregulación y la automotivación, lo que puede conducir a características comunes como distracción, procrastinación y desorganización. Aún así, el potencial de aprendizaje y la inteligencia general de los adultos con TDAH en realidad no son inferiores a los de las personas sin el trastorno. A medida que los adultos envejecen, sus comportamientos hiperactivos disminuyen, pero a menudo experimentan inquietud interior constante y pensamientos acelerados.
El diagnóstico de TDAH debe ser realizado por un médico calificado, lo que generalmente implica la obtención de un historial médico completo a través de una entrevista estructurada integral. Según las investigaciones, los adultos enfrentan múltiples desafíos cuando reciben un diagnóstico, incluida la falta de conocimiento de los médicos sobre el TDAH en adultos o la presencia de síntomas superpuestos con otros problemas de salud mental, lo que hace que los síntomas del TDAH a menudo se pasen por alto. Muchos adultos optan por no buscar tratamiento médico debido al estigma social.
“Los retrasos en el diagnóstico a menudo se deben al desarrollo de habilidades compensatorias en adultos de alto funcionamiento, que pueden enmascarar algunos de los síntomas más destacados”.
En términos de diferencias de género, hombres y mujeres tienen diferentes manifestaciones del TDAH en adultos. Los hombres tienen más probabilidades de exhibir comportamientos abiertos y tener tasas más altas de encarcelamiento en la edad adulta. Por el contrario, las mujeres suelen presentar una falta de atención más sutil y un comportamiento impulsivo, lo que las hace más propensas a retrasar el diagnóstico. Las mujeres suelen desarrollar estrategias compensatorias durante la adolescencia que enmascaran los principales síntomas del TDAH. Esto se debe en parte a las expectativas que la sociedad tiene de las mujeres, lo que provoca más angustia y baja autoestima.
Las causas del TDAH no se comprenden completamente, pero los investigadores son cada vez más conscientes de la influencia de los factores genéticos y ambientales en el trastorno. A medida que aumente nuestra comprensión de la neurobiología del TDAH, estos efectos se explorarán más a fondo en el futuro y cómo se pueden desarrollar opciones de tratamiento más apropiadas para los adultos.
En este mundo en constante cambio, las personas que descubren el TDAH en la edad adulta pueden enfrentar muchos desafíos. ¿Cómo encontrar una manera adecuada de afrontar estos desafíos? ¿Puedes tomarte el tiempo para recordar tu infancia y buscar apoyo profesional?