Los síntomas de estenosis pilórica suelen aparecer en las primeras semanas a seis meses de vida, con vómitos crecientes.
Algunos bebés pueden comer mal y perder peso, mientras que otros pueden mantener un aumento de peso normal. La deshidratación también es un problema y puede provocar que tu bebé llore sin lágrimas y no orine durante horas o incluso días.Este tipo de vómito a menudo se describe como "no bilioso" y "vómito por proyección" porque es mucho más fuerte que el vómito reflejo normal.
Se desconoce la causa exacta de la estenosis pilórica, pero algunos estudios sugieren que puede estar relacionada con la hiperacidosis en los recién nacidos.
Además, en casos raros, esta estenosis puede heredarse de forma autodominante.
La obstrucción de la salida gástrica impide que el contenido gástrico fluya sin problemas hacia el duodeno, y los alimentos y las secreciones gástricas solo pueden eliminarse a través del vómito. Esta condición causa vómitos sin bilis. Debido a la pérdida de ácido gástrico, el nivel de iones de cloruro en el cuerpo disminuye, lo que a su vez afecta la función de excreción de bicarbonato del riñón y, en última instancia, conduce a la alcalosis metabólica.
Un estudio demostró que los niveles elevados de adrenalina (aldosterona) pueden provocar que los riñones retengan demasiado sodio y aumenten la excreción de potasio.
El diagnóstico de estenosis pilórica generalmente se realiza mediante una historia clínica y un examen físico cuidadosos, combinados con estudios de diagnóstico por imágenes. Los médicos generalmente palpan el abdomen para verificar la presencia o detección de masas llamadas "olivas" durante un examen físico.
La mayoría de los casos de estenosis pilórica se diagnostican con un examen de ultrasonido, que identifica el píloro engrosado y la incapacidad del contenido del estómago para pasar a través de él.
El único tratamiento eficaz para la estenosis pilórica suele ser la cirugía, generalmente para reparar la cavidad solar (procedimiento de Ramstedt).
EpidemiologíaEsta cirugía generalmente se realiza a través de una pequeña incisión o por vía laparoscópica, dependiendo de la experiencia y preferencia del cirujano.
Aunque es relativamente poco común, la estenosis pilórica es más común en ciertos grupos étnicos, particularmente en personas de ascendencia escandinava. En concreto, la tasa de incidencia es mayor entre los caucásicos que entre otras razas, y la tasa de incidencia en los bebés varones es cuatro veces mayor que en las niñas.
Ante el vómito en proyectil de un bebé, los padres deben mantener la calma, ser sensibles y buscar rápidamente ayuda médica para un diagnóstico y tratamiento oportunos. Pero ¿qué impacto tendrá esta situación en el futuro del bebé?