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El último secreto del lóbulo prefrontal: ¿por qué esta parte del cerebro sólo madura a los 20 años?
El lóbulo prefrontal es el más grande de los cuatro lóbulos cerebrales principales de los mamíferos. Está ubicado en la parte frontal de cada hemisferio cerebral y es adyacente a los lóbulos parietales y temporales. La madurez de esta parte del cerebro está directamente relacionada con el desarrollo psicológico de una persona, permitiendo que las personas desarrollen plenamente sus funciones al final de la adolescencia. ¿Por qué nuestro cerebro, especialmente los lóbulos prefrontales, no alcanza la madurez hasta los 20 años?
Estructura y función del lóbulo prefrontal
Todo el lóbulo prefrontal puede considerarse la "corteza de acción", responsable de diversas funciones que implican acción, incluidos los movimientos esqueléticos, los movimientos oculares, el control del lenguaje y la expresión emocional. Particularmente en los humanos, la corteza prefrontal (PFC) es responsable del comportamiento mental con propósito interno, a menudo denominado razonamiento o síntesis prefrontal.
"Las funciones del PFC incluyen anticipar las consecuencias futuras del comportamiento actual, inhibir respuestas socialmente inapropiadas y realizar diferenciación de tareas".
Debido a estas funciones, el desarrollo de los lóbulos prefrontales es fundamental para todas las personas a medida que crecen, especialmente durante la adolescencia y la edad adulta temprana. La corteza prefrontal no madura rápidamente durante la adolescencia, sino que no se desarrolla completamente hasta la segunda y tercera décadas, lo que está estrechamente relacionado con la madurez cognitiva requerida en la edad adulta.
Importancia clínica: consecuencias del deterioro
El daño a los lóbulos prefrontales puede tener una variedad de consecuencias diferentes, incluidos cambios de comportamiento y pérdida de emociones. El paciente puede conocer la respuesta adecuada en determinadas situaciones pero no mostrar ese comportamiento en la vida real, por ejemplo, sintiéndose feliz por dentro pero inexpresivo; Este fenómeno se llama "incongruencia de respuesta afectiva". Además, también pueden verse afectadas las funciones ejecutivas relacionadas con el lóbulo prefrontal, como la planificación futura, el juicio y la capacidad de tomar decisiones.
"El lóbulo prefrontal es una parte crítica de las funciones ejecutivas, incluidas la planificación y la toma de decisiones. Sin embargo, estas funciones pueden reducirse significativamente cuando el lóbulo prefrontal está dañado."
Factores de riesgo y edad
En los adultos mayores (de 65 años o más), los ataques isquémicos transitorios (AIT) y los accidentes cerebrovasculares son causas comunes de daño al lóbulo prefrontal. Estas afecciones suelen ser causadas por la obstrucción del flujo sanguíneo al cerebro o la rotura de vasos sanguíneos y arterias. Las investigaciones muestran que a medida que envejecemos, el volumen del lóbulo prefrontal disminuye a un ritmo de alrededor del 0,5% al 1% por año, lo que se confirmó en participantes sanos de entre 60 y 91 años.
Factores genéticos y salud cerebral
Los genes también desempeñan un papel importante en la salud y la función del lóbulo prefrontal. Por ejemplo, un informe del Instituto Nacional de Salud Mental sugiere que una variante genética en la corteza prefrontal se asocia con una actividad reducida de la dopamina, lo que puede provocar un peor rendimiento en la memoria de trabajo y un riesgo ligeramente mayor de esquizofrenia.
"La expresión genética en el cerebro disminuye y aumenta significativamente con la edad, especialmente después de los 40 años y especialmente después de los 70 años."
Explorando direcciones futuras
Hoy en día, la investigación sobre el lóbulo prefrontal no se limita a su desempeño después de un daño, sino que también incluye su profundo impacto en la función cognitiva, el manejo de las emociones y la interacción social. A medida que la neurociencia continúa avanzando, una comprensión más profunda nos ayudará a abordar una variedad de desafíos relacionados con la salud mental.
Si bien los tratamientos anteriores, como la lobotomía prefrontal, han desaparecido debido a los efectos secundarios y preocupaciones éticas, los procedimientos quirúrgicos de precisión continúan desarrollándose y aún pueden usarse para tratar enfermedades mentales incurables. Se puede observar que comprender la estructura y función del lóbulo prefrontal y su evolución a lo largo de la vida de una persona sin duda nos proporcionará una perspectiva más rica.
Entonces, con respecto al misterio del lóbulo prefrontal, ¿hay más secretos que aún no han sido revelados esperando que los exploremos?
