Las profundidades del océano esconden un ecosistema fascinante, y uno de los secretos mejor guardados es el “meiobentos”, o invertebrados mesopelágicos. Estos pequeños organismos que viven en el fondo no sólo son numerosos, sino que también desempeñan un papel clave en todo el ecosistema marino. La definición de meiobentos está determinada por el tamaño, refiriéndose principalmente a organismos que son ligeramente más grandes que los microorganismos diminutos (microfauna) pero más pequeños que los animales grandes (macrofauna). Aunque estos organismos son diminutos en tamaño, su forma de supervivencia y funciones ecológicas son muy importantes.
En un centímetro cúbico de sedimento, el número de meiobentos puede llegar a varios miles, lo que demuestra la riqueza de su ecosistema en el océano.
Estos pequeños organismos incluyen nematodos, copépodos, rotíferos, tardígrados y ostrácodos. Además, algunos protozoos como los ciliados y los foraminíferos también se consideran parte del meiobentos. Las investigaciones existentes muestran que la existencia del meiobentos no se limita al océano, sino que también puede encontrarse en ambientes de agua dulce.
El papel ecológico del meiobentos El meiobentos desempeña múltiples funciones en los ecosistemas, incluida la circulación de materia y el flujo de energía. Estos pequeños invertebrados se alimentan de materia orgánica en el sedimento y ayudan a mantener el equilibrio ecológico al cazar otros organismos diminutos. Su actividad también favorece el aflojamiento de sedimentos y mejora la permeabilidad del suelo, favoreciendo así la circulación del agua y los nutrientes.El meiobentos no sólo es un eslabón importante en la cadena alimentaria marina, sino también un indicador de la salud marina. Su diversidad y abundancia reflejan a menudo el estado del medio ambiente.
El primer paso para estudiar el meiobentos es realizar un muestreo efectivo. Estas diminutas criaturas suelen vivir en entornos sedimentarios, desde la zona intermareal hasta las profundidades del mar. Se pueden utilizar distintos métodos para recolectar muestras de distintos entornos. Esto incluye el uso de un dispositivo de recolección específico, como un muestreador Van Veen, o el muestreo directo con un balde y una pala en aguas poco profundas.
Al extraer meiobentos, los investigadores deben elegir el método apropiado en función de sus objetivos de investigación. Algunos organismos se adherirán al sustrato cuando se les moleste, por lo que es esencial un método de extracción eficaz. Las técnicas de extracción más habituales incluyen el choque osmótico o el uso de anestésicos para desalojarlos. En estudios a gran escala, a menudo se eligen métodos de fijación (como el uso de formalina al 10%), seguidos de una extracción adicional en un momento posterior.
La eficiencia de la extracción es fundamental para garantizar la precisión de las muestras de estudio, y el muestreo repetido a menudo mejora la eficacia general de la extracción.
A medida que crece la amenaza del calentamiento global, el papel ecológico y la supervivencia del meiobentos reciben cada vez más atención. El estudio señala que el cambio climático puede afectar el número y la distribución de estos organismos, afectando así la estabilidad de todo el ecosistema marino. ¿Cómo se adaptarán estas pequeñas criaturas y seguirán sobreviviendo frente a un entorno en constante cambio?
El futuro de Mayo ClinicEn futuras investigaciones, es urgente fortalecer la conciencia de protección del meiobentos y la vigilancia del entorno ecológico. Comprender las funciones ecológicas y las necesidades de supervivencia de estos pequeños organismos no sólo es crucial para promover la salud continua de los ecosistemas marinos, sino que también nos ayuda a comprender mejor los cambios generales en el océano.
¿Alguna vez te has preguntado cómo estas pequeñas criaturas impactan nuestros ecosistemas oceánicos y la salud de todo nuestro planeta?