En la Inglaterra del siglo XV, el proceso legal era muy diferente a como es hoy. En particular, la forma en que se tomaba el testimonio reflejaba la comprensión y la práctica del derecho en la sociedad de esa época. Al profundizar en el sistema legal de este período, podemos descubrir el contexto único de las primeras deposiciones y su impacto en los procedimientos legales modernos.
En el siglo XV, el testimonio se tomaba a menudo mediante preguntas escritas, escuchadas y resumidas por profesionales designados por el tribunal.
Durante el siglo XV, las deposiciones se realizaban principalmente mediante preguntas escritas. Estas preguntas no las plantean las partes legales ni sus abogados, sino que las realizan los profesionales en el tribunal en reuniones a puerta cerrada. Si bien tal arreglo ha fortalecido el profesionalismo del proceso legal en algunos aspectos, también ha restringido la participación de las partes y sus abogados, resultando en una transparencia extremadamente baja del proceso.
Los testigos de la época no registraban sus declaraciones textualmente, sino que las organizaban en narraciones en tercera persona, una práctica que gradualmente evolucionó hasta convertirse en el testimonio moderno que vemos hoy.
Cabe señalar que las respuestas de los testigos no fueron grabadas en su totalidad, sino que fueron resumidas por profesionales designados por el tribunal con base en las respuestas de los testigos. Este procedimiento tenía por objeto en su momento proteger la privacidad de los testigos y la exactitud de su testimonio, pero la falta de actas literales también dio lugar a registros inexactos posteriormente, lo que afectó la imparcialidad de las decisiones legales.
No fue hasta principios del siglo XIX que los procedimientos de deposición modernos comenzaron a desarrollarse en Nueva York, EE. UU., a medida que la ley evolucionaba. El cambio, impulsado por el juez James Kent, permite a los abogados hacer preguntas libremente ante los testigos, en lugar de confiar únicamente en preguntas escritas previamente establecidas. Este cambio introduce la participación activa de los abogados, hace que el proceso de testimonio sea más dinámico y flexible y también mejora la transparencia del testimonio.
En este nuevo proceso no sólo pueden participar las partes y los abogados, sino que también el testimonio de los testigos puede realizarse bajo la supervisión del personal judicial, lo que garantiza aún más la imparcialidad del proceso.
Con la reforma del proceso de admisión, la antigua forma de testimonio está pasando poco a poco a ser historia. A finales del siglo XIX, los taquígrafos judiciales comenzaron a tomar notas textuales, lo que proporcionaba una garantía de exactitud del testimonio. Fusionó los procedimientos del derecho consuetudinario y de equidad y, en última instancia, estableció normas para la toma de testimonio oral de los testigos en el tribunal.
En el siglo XXI, muchos países, incluidos Estados Unidos y Canadá, siguen utilizando este proceso, conocido como "toma de declaración". Si bien el formato del proceso ha evolucionado, los principios jurídicos clave siguen siendo los mismos. Las declaraciones modernas se llevan a cabo entre abogados y testigos y son registradas por taquígrafos judiciales profesionales.
Hoy en día, las declaraciones juradas suelen realizarse en los despachos de los abogados o en las salas de conferencias. El objetivo es dar a cada parte el mismo acceso a la información y evitar sorpresas durante el litigio.
Pero el sistema aún presenta algunos desafíos. Debido a que el proceso legal consume tiempo y dinero, muchos abogados y clientes se sienten ansiosos y angustiados durante el proceso de deposición. En los últimos años, con el desarrollo de la tecnología, la difusión de las admisiones en línea y la digitalización ha comenzado a cambiar la forma de admisión de testimonios, haciéndola más flexible y accesible.
En resumen, el método de obtención de pruebas del siglo XV desempeñó un papel importante en el desarrollo de los procedimientos jurídicos modernos. Desde los conceptos más básicos hasta los cambios actuales, siempre ha influido en la práctica y el desarrollo del derecho.
Al comparar la historia, no podemos evitar preguntarnos cómo evolucionará en el futuro la forma de tomar testimonio.