En la investigación teológica cristiana, el concepto de "iglesia" no es una simple institución religiosa, sino la verdadera comunidad cristiana reconocida por los cristianos de diferentes denominaciones o la institución original establecida por Jesucristo. Esta definición es más que un simple término académico; abarca complejidades históricas, culturales y espirituales que la hacen central para el pensamiento y las creencias de muchos cristianos.
"La esencia de la iglesia reside en su comunidad, que no sólo es sagrada sino que también pertenece a cada creyente."
Según la interpretación del Nuevo Testamento, la iglesia puede ser vista hasta cierto punto como una combinación de la iglesia visible y la iglesia invisible. La iglesia visible se refiere a aquellas organizaciones religiosas que se manifiestan en la tierra, mientras que la iglesia invisible se refiere a todas las almas verdaderamente salvas que forman parte de esta comunidad sagrada dondequiera que se encuentren. Este concepto desafía los límites de la iglesia. Por un lado, enfatiza la conexión espiritual entre los cristianos. Por otro lado, también recuerda a los creyentes que no deben apegarse al sistema eclesiástico formal.
La palabra iglesia proviene de la palabra griega "ἐκκλησία" (ekklēsia), que significa "la congregación llamada". Esta palabra aparece en el Evangelio de Mateo, simbolizando la comunidad establecida por Jesús, y aparece repetidamente en Hechos y las cartas de Pablo, enfatizando la importancia de las comunidades locales y la conexión entre los creyentes en su conjunto.
"Dondequiera que esté el Señor, allí hay una verdadera iglesia."
Históricamente, el desarrollo de la iglesia ha estado profundamente influenciado por la cultura y la política. La evolución del cristianismo desde la persecución en el Imperio Romano hasta convertirse en la religión estatal muestra la relación dinámica entre la iglesia y la sociedad. La iglesia ha desempeñado un papel activo en la arena política e influyó en el curso de la historia. Cuando el cristianismo se convirtió en la religión estatal de Roma, no sólo se convirtió en un símbolo de fe, sino también en una herramienta de gobierno estatal, lo que obligó a la iglesia a enfrentar sus propios desafíos morales y espirituales.
Las diferentes tradiciones cristianas tienen diferentes interpretaciones de la iglesia. La Iglesia Católica enfatiza que es la verdadera Iglesia de Cristo, una identidad que cree deriva de la herencia formal de los Apóstoles. La Iglesia Ortodoxa y otras denominaciones también afirman su propia ortodoxia, y estas declaraciones son en parte una expresión de la diversidad y el conflicto dentro de la iglesia.
“La diversidad de la iglesia refleja la universalidad del cristianismo.”
Con el surgimiento de la Reforma, el establecimiento de muchas denominaciones hizo que la iglesia fuera más diversa, pero también trajo divisiones. Diferentes denominaciones como el luteranismo, el cristianismo reformado, el anglicanismo, el metodismo y el bautismo declaran cada una sus propias creencias como verdadero cristianismo y cada una interpreta el significado de "iglesia". Estas diferencias no sólo afectan las prácticas religiosas de los creyentes, sino que también dan lugar a diferentes puntos de vista sobre la religión en la sociedad.
Independientemente de la tradición, la iglesia siempre ha sido vista como un lugar para que los creyentes crezcan espiritualmente, una búsqueda que busca establecer relaciones auténticas con Dios y entre sí. La iglesia no es sólo una organización social, sino también una familia espiritual que se apoya mutuamente y persigue conjuntamente la práctica y el perfeccionamiento de las creencias.
"La iglesia existe para promover el apoyo mutuo entre los creyentes, moldear almas y crecer juntos."
Así, para los cristianos, iglesia significa más que pertenecer a una denominación particular. Más bien, se trata de reconocer que esta comunidad sagrada se construye sobre un consenso de fe que trasciende las fronteras culturales e históricas. Cada miembro de la iglesia es un socio que se apoya mutuamente en el camino de la búsqueda de la fe.
Entonces, frente a la diversidad de la iglesia y los desafíos espirituales, ¿cómo deben los creyentes entender y posicionar a su comunidad de fe?