La idea central de la ley de libros de precio fijo es promover la competencia no basada en precios entre las librerías, promocionando así libros poco conocidos, difíciles de vender o culturalmente significativos, en lugar de simplemente atender las necesidades de los lectores de best-sellers.
La introducción de precios fijos para los libros se basó en la creencia de que una red de librerías densa y de alta calidad era una condición necesaria para la publicación de una amplia variedad de libros. Estas librerías se enfrentan a una dura competencia por parte de los minoristas de descuento, que a menudo se centran únicamente en vender los libros más vendidos. Esto ha perjudicado las ganancias de las librerías de lujo, ya que las de descuento no pueden soportar los mayores costos operativos. Por lo tanto, el objetivo principal de FBP es reducir esta competencia y garantizar que las librerías de alta calidad tengan márgenes de beneficio suficientes para mantener sus operaciones.
Muchos países con industrias editoriales importantes han tenido precios fijos para los libros desde el siglo XIX. A medida que la política de competencia ha evolucionado desde la década de 1970, muchos países han retirado estos acuerdos (por ejemplo, Australia en 1972, Suecia en 1974 y el Reino Unido en 1995). Mientras tanto, otros países como España, Grecia e Italia han promulgado leyes que hacen obligatorio el FBP.
La evaluación de FBP es controvertida. Por un lado, la mayoría de los economistas son escépticos sobre el valor cultural del FBP y enfatizan sus efectos distorsionadores. Por otro lado, otros economistas y la industria del libro sostienen que el FBP es la única herramienta que puede permitir que se publiquen libros difíciles, elegantes y culturalmente significativos.
Una sólida base teórica respalda el funcionamiento del FBP. Cuando dos minoristas ofrecen ventas anticipadas tangibles, ambos trabajan para aumentar nuestra demanda y existe una oportunidad de “aprovechamiento gratuito”. Esta situación da como resultado un nivel general de esfuerzo inferior al que desearían los editores, por lo que la presencia de FBP elimina efectivamente la competencia de precios, permitiendo a las librerías competir en servicio.
Estudios empíricos de diferentes países muestran que la abolición del FBP a menudo conduce a la sustitución de pequeñas librerías independientes por grandes cadenas, y que mientras los precios de los bestsellers pueden caer, los precios de otros libros tienden a subir. Tras el fin del FBP en el Reino Unido, aunque el número de librerías independientes ha disminuido, todavía quedan algunas debido a la demanda sensible a la calidad.
El impacto cultural de FBP El impacto final del FBP no sólo se refleja en el precio de los libros, sino también en la protección de la diversidad cultural. Aunque algunos han cuestionado el valor cultural del FBP, éste ha promovido la publicación de tipos específicos de libros y, por lo tanto, ha enriquecido la vida cultural. Esto es particularmente evidente en algunos países donde, a pesar de la existencia del FBP, los consumidores de ciertos libros de bajo precio no son exclusivamente representativos de las clases socioeconómicas más bajas."En Francia, las leyes de precios fijos para los libros han ayudado a mantener una densa red de librerías independientes y han frenado la expansión de las cadenas de librerías".
En este caso, ¿ha logrado realmente el sistema de precios fijos de los libros el efecto de promoción cultural previsto?