Los atletas ecuestres se enfrentan a muchos riesgos potenciales cuando entrenan y compiten, entre los cuales la lesión de Lisfranc es un riesgo relativamente poco conocido pero potencialmente fatal. Esta lesión ocurre en el mediopié y ocurre cuando uno o más huesos metatarsianos se alejan del hueso navicular (tarso), causando dolor intenso y pérdida de función. Comprender las causas de esta lesión es fundamental para mejorar la seguridad.
Causas de la lesión de LisfrancLas lesiones de Lisfranc fueron descritas por primera vez en 1815 por el cirujano francés Jacques Lisfranc, quien observó un patrón de fractura común entre los soldados de caballería en combate.
En los deportes ecuestres, los pies de los jinetes a menudo están expuestos a altos niveles de energía cinética, particularmente cuando caen o entran en contacto con el suelo de manera inesperada. Por ejemplo, una lesión de Lisfranc puede ocurrir cuando un jinete se cae del caballo pero sus pies todavía están sujetos por el arnés.
Las principales causas de este tipo de lesiones incluyen los siguientes aspectos:El diagnóstico de una lesión de Lisfranc generalmente implica una radiografía, pero en ciertos accidentes de baja energía, la lesión puede ser difícil de detectar. Esto es particularmente común en atletas ecuestres, quienes pueden experimentar solo una leve molestia después de una caída sin deformidad o hinchazón significativa.
El diagnóstico correcto es crucial para el tratamiento posterior a una lesión, especialmente en accidentes de baja energía, y los médicos deben permanecer muy alertas.
Si las radiografías iniciales no muestran cambios obvios, su médico puede recomendar una resonancia magnética (IRM) o una tomografía computarizada (TC) para confirmar la lesión. En algunos casos afortunados, los médicos se basarán en los síntomas clínicos, como la incapacidad de soportar peso y la hinchazón localizada, para ayudar con el diagnóstico.
Tratamiento de la lesión de Lisfranc Dependiendo de la gravedad de la lesión, el tratamiento puede ser quirúrgico o no quirúrgico. En el caso de lesiones menores, es posible que bastaran unas pocas semanas de yeso y una carga de peso limitada, mientras que los casos más graves suelen requerir cirugía para realinear los huesos y proporcionar estabilización.Las investigaciones muestran que la intervención quirúrgica temprana es fundamental para la recuperación de un atleta porque las lesiones de Lisfranc no tratadas pueden provocar una pérdida de función a largo plazo y dolor crónico con el tiempo.
En el tratamiento quirúrgico de las lesiones de Lisfranc, la reducción abierta y fijación interna (ORIF) es una técnica comúnmente utilizada, que puede reducir eficazmente posibles complicaciones futuras. Después de la cirugía, la persona lesionada generalmente necesita varias semanas de rehabilitación para recuperar gradualmente la función completa.
Riesgos de los deportes ecuestres y cómo prevenirlosDebido a la particularidad de los deportes ecuestres, los jinetes enfrentan un mayor riesgo de sufrir lesiones de Lisfranc, por lo que es especialmente importante realizar una adecuada prevención y evaluación de riesgos con antelación. Esto incluye usar calzado adecuado y fortalecer habilidades para reducir la probabilidad de caídas y lesiones.
Sin embargo, incluso el jinete más cuidadoso no puede evitar por completo todos los riesgos. En los últimos años, algunos accidentes comunes en las carreras de caballos y sus consecuencias han llamado la atención sobre estas lesiones. Muchos deportistas están empezando a tomar en serio las posibles consecuencias de esta lesión y su impacto en sus carreras.
ConclusiónPor lo tanto, a medida que los deportes ecuestres se vuelven más populares, los jinetes deben ser más conscientes del riesgo potencial de lesiones de Lisfranc. ¿El aumento del número de personas que experimentan este dolor y discapacidad significa que el mundo del deporte necesita reconsiderar la necesidad de tomar precauciones de seguridad?