La descomposición es un proceso natural que implica la descomposición de partes del cuerpo animal y humano y de moléculas complejas en sustancias orgánicas más simples a lo largo del tiempo. En los vertebrados, hay cinco etapas de descomposición generalmente reconocidas: frescura, hinchazón, descomposición activa, descomposición avanzada y desecación/esqueletización. Comprender estas diferentes etapas de descomposición no solo es crucial para las investigaciones forenses, sino que también nos ayuda a comprender los efectos de la grasa y el tamaño corporal en la tasa de descomposición.
La velocidad de descomposición se ve afectada por una variedad de factores ambientales, incluida la temperatura del aire, la humedad, la disponibilidad de oxígeno y otros factores como el tamaño del cuerpo, la ropa y la causa de muerte.
En esta etapa, la carcasa suele estar intacta y libre de insectos. La progresión del cadáver generalmente incluye una disminución de la temperatura corporal (hipotermia), un endurecimiento temporal de las extremidades (rigor mortis) y acumulación de sangre.
La fase de hinchazón comienza cuando los microorganismos del sistema digestivo empiezan a descomponer los tejidos corporales y a liberar gases que causan hinchazón, junto con la producción de sustancias químicas rancias como la putrescina y la cadaverina. Esta etapa se caracteriza por la transición de bacterias aeróbicas a bacterias anaeróbicas.
Durante esta etapa, los tejidos comienzan a licuarse, la piel se vuelve negra y los gusanos atacan el cuerpo en descomposición.
La mayoría de los tejidos estaban descoloridos y la descomposición era casi completa. En este punto, el cuerpo comienza a liberar sustancias químicas que afectan el suelo circundante.
En esta etapa, el tejido blando del cadáver colapsará por completo con el tiempo y gradualmente se esqueletizará.
La velocidad a la que se descompone un cuerpo se ve afectada por el clima y la temperatura. A temperaturas más altas, las reacciones fisiológicas se aceleran, lo que conduce a una descomposición más rápida.
HumedadLa tasa de descomposición se acelera en ambientes húmedos, pero se ralentiza en ambientes secos.
Disponibilidad de oxígenoLa presencia o ausencia de oxígeno afectará en gran medida la tasa de descomposición porque ciertos microorganismos necesarios son más activos en niveles más altos de oxígeno.
Incluso unos pocos centímetros de tierra pueden disuadir a los insectos y retardar la progresión de la podredumbre.
Vale la pena señalar que el tamaño del cuerpo, especialmente la proporción de grasa, afectará la velocidad de descomposición del cadáver. La grasa corporal de una persona obesa se licuará rápidamente después de la muerte, provocando que su cuerpo entre en la etapa de descomposición más rápidamente.
La masa corporal obesa y más grasa se descompondrá rápidamente, provocando que este tipo de cadáver experimente una descomposición más rápida a medida que se pierde peso.
La ropa cambia la exposición del cuerpo, afectando aún más la velocidad de descomposición. Al mismo tiempo, las heridas fatales como las heridas de cuchillo atraerán más insectos, acelerando así el proceso de descomposición.
Análisis experimentalPara comprender más profundamente el proceso de descomposición, los científicos realizan estudios en granjas de cadáveres, observando específicamente cómo los diferentes factores ambientales afectan las etapas de la descomposición. Estos estudios nos ayudan a comprender mejor el proceso biológico de la descomposición y sus aplicaciones a la ciencia forense.
Ya sea considerando la composición corporal o factores ambientales externos, el fenómeno de que los cadáveres obesos se descomponen más rápido merece mayor exploración e inspiración. ¿Significa esto que deberíamos repensar cómo evaluamos la condición del cuerpo y el momento de la muerte en las investigaciones forenses?