Los patrones de reclutamiento de neuronas motoras desempeñan un papel crucial en el control de los músculos del cuerpo humano. Unidad motora se refiere a la unidad básica compuesta por una neurona motora y todas las fibras musculares que estimula. Cuando un músculo se contrae, la activación de estas neuronas motoras determina la cantidad de fuerza muscular y la eficacia de la contracción. El principio de Henneman nos dice que, normalmente, cuando aumenta la actividad muscular, el reclutamiento de neuronas motoras comenzará desde las neuronas motoras pequeñas y llegará gradualmente a las neuronas motoras grandes. Por tanto, este principio no sólo arroja luz sobre el funcionamiento de las neuronas motoras, sino que también nos permite repensar la importancia de estas pequeñas neuronas motoras en el control muscular.
Cada unidad motora consta de una neurona motora y las múltiples fibras musculares que controla. Estas fibras musculares pueden estar dispersas por todo el músculo, dependiendo de su tamaño y número de fibras. Cuando se activa una neurona motora, todas las fibras musculares que inerva se estimulan y se contraen. Las contracciones provocadas por esta activación son débiles, pero la fuerza se reparte por todo el músculo.
El principio de Henneman establece que cuando un músculo se contrae, el reclutamiento de unidades motoras generalmente comienza con pequeñas fibras de contracción lenta (tipo S), luego con fibras de contracción rápida (tipo FR) y finalmente con las fibras más grandes de contracción rápida ( tipo FF). Este orden de reclutamiento de pequeñas a grandes refleja las características de activación de neuronas pequeñas a grandes.
Henneman propuso que las neuronas motoras más pequeñas tienen áreas de superficie más pequeñas y una mayor resistencia de membrana, lo que permite que las neuronas motoras pequeñas generen cambios de voltaje de manera más eficiente cuando reciben estimulación.
Este principio tiene profundas implicaciones en fisiología porque a medida que aumenta la demanda de contracción muscular, también aumenta el reclutamiento de neuronas motoras, lo que permite que el músculo aumente su fuerza. En este proceso, las diferencias en el tamaño y la cantidad de neuronas formalizan las respuestas a diferentes intensidades de ejercicio.
Los científicos han debatido ampliamente la clasificación de las neuronas motoras. Según la teoría de Burke et al., las unidades motoras se pueden dividir en tres categorías: tipo S (de contracción lenta), tipo FR (rápidas y resistentes a la fatiga) y tipo FF (rápidas y resistentes a la fatiga). . Aunque esta clasificación se utiliza ampliamente en biomedicina, la investigación moderna muestra que las unidades motoras humanas pueden ser más complejas que estas categorías y no necesariamente encajan perfectamente en esta clasificación.
Burke también mencionó que clasificar claramente las unidades motoras puede generar sesgos en la comprensión.
Enfatizó que la clasificación es necesaria en la comunicación científica porque puede concretar y definir claramente los fenómenos en la comunicación, pero una clasificación demasiado rígida puede obstaculizar una comprensión más profunda.
Además del número de unidades motoras, la frecuencia de estimulación de las neuronas motoras también es un factor importante que afecta la fuerza muscular. Cuando las neuronas motoras disparan más impulsos nerviosos, la intensidad de la contracción muscular aumenta en consecuencia. Este fenómeno se llama "codificación de frecuencia" y su frecuencia creciente puede pasar gradualmente de una contracción muscular única a una contracción poderosa y sostenida.
El reclutamiento de neuronas motoras y la regulación muscular son procesos en constante cambio en las operaciones biológicas. Cuando nos enfrentamos a exigencias de ejercicio de alta intensidad, ¿cómo ajusta nuestro cuerpo de forma inteligente el patrón de activación de las neuronas motoras para mantener una producción de fuerza equilibrada?