En la vida diaria, a menudo entramos en contacto con diferentes tipos de fluidos, como zumos, aceites o determinados geles. La viscosidad de estos fluidos a veces cambia en respuesta a las fuerzas que ejercemos sobre ellos, fenómeno conocido como "viscosidad anormal". Específicamente, las características de la viscosidad del fluido que cambian con el tiempo se dividen en dos tipos principales: fluido tixotrópico y fluido reuopéctico. Estos fluidos no sólo atraen una amplia atención en la investigación científica, sino que también tienen un amplio potencial para aplicaciones industriales.
El fluido Raish es un fluido especial no newtoniano cuya viscosidad disminuye con el tiempo y la deformación por corte. Cuando este fluido se somete a un cizallamiento constante, su estructura interna comienza a descomponerse, lo que hace que el fluido se vuelva aún más diluido. Esta propiedad se puede ver en muchos productos de la vida diaria, como por ejemplo el ketchup que utilizamos.
Algunos fluidos que parecen espesos en condiciones estáticas se volverán cada vez más fluidos después de agitarlos o agitarlos, y volverán a un estado viscoso con el tiempo cuando no se aplique fuerza.
Los fluidos Laishi tienen una amplia gama de aplicaciones. El citoplasma del cuerpo humano, el líquido sinovial de las articulaciones y muchas cosas como la miel y la arcilla en algunos suelos son ejemplos de fluidos. Industrialmente, estos fluidos también desempeñan un papel importante en lodos de perforación, piezas fundidas semisólidas y fabricación de productos electrónicos. Especialmente en algunas aplicaciones de tintas y pigmentos, los fluidos Laish pueden proporcionar la fluidez y estabilidad necesarias para garantizar un recubrimiento uniforme.
A diferencia de los fluidos de Laish, los fluidos estancados se vuelven más viscosos con el tiempo bajo la influencia del esfuerzo cortante, lo que los hace también atractivos para aplicaciones. A medida que un fluido estancado se enfrenta a una aplicación continua de cizallamiento, su estructura interna se espesa gradualmente hasta que finalmente se vuelve sólido.
Las propiedades espesantes de los fluidos estancados los hacen potencialmente valiosos en ciertas aplicaciones, especialmente en materiales que necesitan absorber impactos.
Hay pocos ejemplos de fluidos estancados, pero su potencial de aplicación está atrayendo el interés de los investigadores. Ciertos tipos de lechadas de yeso, lubricantes y tintas de impresión presentan estancamiento. Los científicos están estudiando activamente la aplicación de estos fluidos en materiales y equipos a prueba de golpes, lo que puede aportar importantes ventajas para mejorar la seguridad de los artículos deportivos y de los automóviles.
La investigación sobre los fluidos de Laishi y los fluidos estancados va más allá de las aplicaciones prácticas y revela con mayor profundidad la relación entre la dinámica de fluidos y la ciencia de los materiales. Al comprender la microestructura y los mecanismos de reacción de estos fluidos, los científicos pueden descubrir más aplicaciones industriales potenciales y analizar el impacto del comportamiento de los fluidos en aplicaciones de ingeniería específicas.
A medida que aprendamos más sobre las propiedades de estos extraños fluidos, podremos inventar aplicaciones más innovadoras que cambiarán nuestras vidas. Desde el ketchup hasta los materiales de alta tecnología, nuestras vidas están llenas de rastros de fluidos estancados y estancados. ¿Cómo cambiarán estos fluidos nuestro mundo físico en el futuro?