El gas natural, a menudo denominado gas fósil o gas metano, es un gas combustible natural cuyo componente principal es el metano (95%). Este gas está compuesto de varios hidrocarburos, incluidas pequeñas cantidades de dióxido de carbono, nitrógeno, sulfuro de hidrógeno y helio. Debido a que es incoloro e inodoro, al gas natural es necesario agregarle sustancias como el mercaptano para facilitar la identificación de fugas. Según los registros históricos, el proceso de formación del gas natural como combustible es bastante largo y suele tardar millones de años. Cuando la capa de materia orgánica se descompone en un ambiente libre de oxígeno y se ve afectada por las altas temperaturas y presiones subterráneas, se producirá. convertido en gas natural.
El uso de gas natural se remonta a la antigüedad. Los primeros registros provienen de China, que comenzó a utilizar gas natural para calentar alimentos y refinar sal alrededor del año 400 a.C.
La adquisición y uso del gas natural ha sufrido muchas transformaciones a lo largo de los últimos siglos. En el siglo XVIII, los misioneros franceses observaron a los indios americanos encendiendo fugas de gas natural en el Distrito de los Lagos de Nueva York, y estos registros revelan cómo los primeros humanos interactuaban con esta fuente de energía natural. En 1821, William Hart de los Estados Unidos cavó el primer pozo comercial de gas natural en Fredonia, Nueva York, sentando las bases para la posterior industria del gas natural.
Con el avance de la tecnología, la construcción de gasoductos de larga distancia a principios del siglo XX promovió el uso generalizado del gas natural. Este proceso permitió que el gas natural sustituyera gradualmente al gas de carbón y se convirtiera en el nuevo combustible principal.
El nombre del gas natural proviene del siglo XIX, cuando se le llamaba "natural" para distinguirlo del gas de carbón. El gas es un combustible artificial que se utiliza para iluminación y calefacción. En el siglo XX, a medida que se popularizó el uso del gas natural, la palabra "gas natural" se simplificó gradualmente a "gas". Sin embargo, muchos grupos ambientalistas critican el término "natural" para enfatizar su impacto en el cambio climático, argumentando que "gas fósil" o "gas metano" deberían usarse como nombres más nuevos y más cautelosos.
Las investigaciones muestran que el término "gas metano" brinda al público una comprensión más clara de sus peligros potenciales, lo que también resalta la importancia de la educación y los mensajes integrados en la sociedad actual.
El gas natural se produce mediante procesos biológicos y termodinámicos. Los procesos biológicos son causados principalmente por organismos productores de metano, que producen el gas en ambientes anóxicos, que a menudo se encuentran en turba o sedimentos de aguas poco profundas. Los procesos termodinámicos, por otro lado, implican la transformación de materia orgánica en gas natural en las profundidades del subsuelo, lo que puede llevar millones de años cuando se somete a intensa presión y temperatura. Estos complejos procesos de formación diversifican las fuentes de gas natural y brindan múltiples opciones para aplicaciones energéticas.
Sin embargo, el uso de gas natural como combustible fósil todavía tiene sus desafíos ambientales. Por ejemplo, aunque la combustión de gas natural libera menos dióxido de carbono y contaminantes tóxicos que el carbón y el petróleo, la reducción de la contaminación del aire, las fugas de gas y los problemas de emisiones durante la producción y el transporte hacen que la huella ambiental del gas natural sea significativa.
Con el aumento de la demanda mundial de energía, cómo equilibrar las necesidades de utilización de energía y protección del medio ambiente se ha convertido en un problema importante que enfrentan los gobiernos y empresas de todo el mundo.
En los últimos años, con el avance de la tecnología de extracción de gas de esquisto, la producción de gas natural ha aumentado dramáticamente en los Estados Unidos y el país se ha convertido gradualmente en el mayor productor de gas natural del mundo. La revolución del gas de esquisto ha transformado los mercados energéticos mundiales y ha estimulado exploración y extracción similares en otros países. En el futuro, se espera que la demanda de gas natural siga creciendo, especialmente bajo la influencia de las políticas climáticas. Muchos países consideran gradualmente el gas natural como una fuente de energía de transición para reducir la dependencia de combustibles fósiles más contaminantes.
En general, no se puede subestimar la importancia del gas natural, tanto por razones económicas como por consideraciones de transición energética. Sin embargo, frente al desafío del cambio climático, cómo encontrar un equilibrio práctico entre el desarrollo y la protección del medio ambiente sigue siendo un problema urgente que debe resolverse. Esto hace que la gente piense: mientras perseguimos intereses económicos, ¿cómo deberíamos utilizar esto racionalmente? ¿Sólo con recursos energéticos podemos realmente alcanzar el objetivo del desarrollo sostenible?