David Podkameni

ASMBS pediatric metabolic and bariatric surgery guidelines, 2018

The American Society for Metabolic and Bariatric Surgery Pediatric Committee updated their evidence-based guidelines published in 2012, performing a comprehensive literature search (2009-2017) with 1387 articles and other supporting evidence through February 2018. The significant increase in data supporting the use of metabolic and bariatric surgery (MBS) in adolescents since 2012 strengthens these guidelines from prior reports. Obesity is recognized as a disease; treatment of severe obesity requires a life-long multidisciplinary approach with combinations of lifestyle changes, nutrition, medications, and MBS. We recommend using modern definitions of severe obesity in children with the Centers for Disease Control and Prevention age- and sex-matched growth charts defining class II obesity as 120% of the 95th percentile and class III obesity as 140% of the 95th percentile. Adolescents with class II obesity and a co-morbidity (listed in the guidelines), or with class III obesity should be considered for MBS. Adolescents with cognitive disabilities, a history of mental illness or eating disorders that are treated, immature bone growth, or low Tanner stage should not be denied treatment. MBS is safe and effective in adolescents; given the higher risk of adult obesity that develops in childhood, MBS should not be withheld from adolescents when severe co-morbidities, such as depressed health-related quality of life score, type 2 diabetes, obstructive sleep apnea, and nonalcoholic steatohepatitis exist. Early intervention can reduce the risk of persistent obesity as well as end organ damage from long standing co-morbidities.

Fascia pélvica y espacios perineopélvicos

Las condiciones de presion y de llenado constantemente variables en la pelvis exigen una adaptabilidad distintiva de esas estructuras, las cuales apoyan esencialmente las visceras dentro del marco en forma de embudo de la pelvis. Parte de ese apoyo deriva de la musculatura anorrectal y del elevador del ano. Sin embargo, dado que estos musculos intervienen muy notablemente en las funciones de esfinter y de vaciado del canal anorrectal, sus funciones de soporte deben ayudarse de estructuras de tejido conectivo con una fuerza tensil adecuada, como la que se obtiene a partir de la fascia pelvica. Por consiguiente, la fascia pelvica queda desprovista del papel tradicionalmente pasivo de un tejido subseroso no diferenciado. Las descripciones excesivamente simplificadas como estas ocultan el verdadero significado fisiologico y quirurgico de la fascia pelvica. Aunque su relacion anatomica es compleja, en general se reconoce que lo mejor es dividir la fascia en una porcion visceral y otra parietal. La primera descansa por completo sobre el diafragma pelvico y forma las inversiones fasciales de las visceras pelvicas, las vainas perivasculares y los ligamentos interviscerales y pelvicoviscerales.

Pared abdominal anterolateral

Antes de describir las paredes abdominales ( pared abdominal o limites), deberian abordarse las diferentes maneras en que se emplea el termino abdomen . Para algunos, la palabra abdomen es sinonimo de cavidad abdominopelvica . Para otros, se refiere literalmente al area del cuerpo humano comprendida entre el diafragma y la pelvis menor (pelvis verdadera). Este vocablo tambien se utiliza laxamente para aludir a un area general del organismo.