Magne Nylenna
Norwegian Medical Association
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Publication
Featured researches published by Magne Nylenna.
Revista Espanola De Cardiologia | 2001
Frank Davidoff; Catherine D. DeAngelis; Jeffrey M. Drazen; John Hoey; Lisselotte Højgaard; Richard Horton; Sheldon Kotzin; M. Gary Nicholls; Magne Nylenna; A. John P.M. Overbeke; Harold C. Sox; Martin B. Van Der Weyden; Michael S. Wilkes
1247 Como editores de publicaciones médicas somos conscientes de que la publicación de los resultados de investigaciones clínicas en revistas científicas con impacto constituye un factor determinante en la elección del tratamiento médico a utilizar. En el debate público sobre los resultados de seguridad y eficacia de un estudio se asume tácitamente que la recogida y tratamiento de los datos se ha realizado de forma objetiva e imparcial. El respeto de este principio es vital para la praxis científica de la medicina: la publicación de resultados influye tanto en la elección del tratamiento por parte del médico como en la política sanitaria, bien sea pública o privada. Nos preocupa especialmente que la objetividad, indispensable y valiosa, se vea amenazada por el marco intelectual en el que se conciben parte de las investigaciones clínicas actuales, por los criterios de inclusión de los participantes en los estudios y por la forma en que los datos son analizados y comunicados (o no comunicados). Todos reconocemos que los estudios clínicos son herramientas poderosas y que, por ello, merecen ser tratados con cautela. Los estudios clínicos permiten a los investigadores comprobar en pacientes la validez de tesis biológicas, con el potencial de llevar a modificaciones del tratamiento convencional. El impacto económico de dichas modificaciones puede ser importante. Los estudios bien realizados, publicados en revistas científicas de gran alcance, son frecuentemente utilizados para la comercialización de medicamentos e instrumental médico que resulta en beneficios sustanciales para el promotor del estudio. Por otro lado, los pacientes, en general, participan en estos estudios por razones altruistas, es decir, colaboran sin ánimo de lucro en la mejora de los tratamientos existentes. Según este hecho, la utilización de estudios clínicos con fines fundamentalmente económicos defrauda el fin propio de la investigación clínica y supone una desviación en el uso originalmente esperado de estas herramientas. Hasta hace poco tiempo, los investigadores académicos independientes tenían un papel fundamental en el diseño y desarrollo de los estudios clínicos y en la interpretación de los datos. El ámbito de trabajo de estos investigadores, el centro médico académico, era el eje de esta actividad, de forma que muchas instituciones han desarrollado infraestructuras complejas dedicadas al diseño y desarrollo de ensayos clínicos. La iniciativa académica ha sido protagonista indiscutible en la introducción de nuevos tratamientos y, sin lugar a dudas, ha contribuido a la calidad, rigor intelectual e impacto de los ensayos clínicos. No obstante, debido a la creciente presión económica, esta realidad puede formar parte ya del pasado. El objetivo último de una parte importante de los estudios clínicos actuales es facilitar la aprobación del uso de uno u otro medicamento o de este o aquel material médico. No se trata, pues, de probar la validez de una hipótesis científica innovadora. Como consecuencia del aumento de la sofisticación en el diseño y desarrollo de los ensayos clínicos y del estrechamiento del margen para introducir un nuevo producto en el mercado se ha producido un incremento en el tamaño de los estudios y, en consecuencia, un incremento en los costes del desarrollo de nuevos medicamentos. Se estima que el coste medio de la introducción de un medicamento en el mercado es de alrededor de 500 millones de dólares americanos. La industria farmacéutica se ha visto en la necesidad de reducir gastos y ha descubierto que los grupos u organizaciones privadas de investigación (CRO, acrónimo del inglés Contract Research Organisations, organizaciones no académicas) pueden desarrollar el trabajo por menos dinero y que, además, ponen menos trabas que los investigadores académicos. Durante los últimos años, las CRO han recibido buena ED I TO R I A L E S
Obstetrics & Gynecology | 2001
Frank Davidoff; Catherine D. DeAngelis; Jeffrey M. Drazen; John Hoey; Liselotte Højgaard; Richard Horton; Sheldon Kotzin; M. Gary Nicholls; Magne Nylenna; A. John P.M. Overbeke; Harold C. Sox; Martin B. Van Der Weyden; Michael S. Wilkes
As editors of general medical journals, we recognize that the publication of clinical-research findings in respected peer-reviewed journals is the ultimate basis for most treatment decisions. Public discourse about this published evidence of efficacy and safety rests on the assumption that clinical-
BMJ | 1999
Magne Nylenna
Editor—The sacking of Lundberg as JAMA’s editor1 is a very sad event for editorial freedom in general and for medical journals world wide in particular. This disgraceful incident has shown that neither size nor success gives any guarantee for editorial freedom—not even the two combined. The fight for integrity must go on continuously in every editorial office every day. Lundberg has been an example for other editors through his editorial integrity, scientific judgment, and his personal strength and warmth. I suggest that the global community of medical journal editors, through its organisations, establish an award for editorial integrity and name it the George D Lundberg Award.
Archive | 1995
Magne Nylenna
The future of medical journals may be more influenced by political and cultural trends than by technological developments in medicine and the media industry. Medical journals will probably become more reader-oriented and general. The difference between data bases, ideally constructed to produce explicit answers to explicit questions, and medical journals, constructed for general updating and debate and presented to their readers on regular intervals, will become more visible. Editors of medical journals should be prepared for a continuous fight for editorial freedom and integrity.
JAMA | 1994
Magne Nylenna; Povl Riis; Yngve Karlsson
Annals of Internal Medicine | 2001
Frank Davidoff; Catherine D. DeAngelis; Jeffrey M. Drazen; John Hoey; Liselotte Højgaard; Richard Horton; Sheldon Kotzin; Magne Nylenna; A. John P.M. Overbeke; Harold C. Sox; Martin B. Van Der Weyden; Michael S. Wilkes
Scandinavian Journal of Primary Health Care | 2000
Magne Nylenna; Olaf Gjerløw Aasland
BMJ | 1997
Magne Nylenna
Journal of Continuing Education in The Health Professions | 1996
Magne Nylenna; Olaf Gjerløw Aasland; Erik Falkum
The Journal of the American Osteopathic Association | 2003
Frank Davidoff; Fiona Godlee; John Hoey; Glass R; Overbeke Jp; Utiger R; Nicholls Mg; Richard Horton; Magne Nylenna; Liselotte Højgaard; Sheldon Kotzin