En el campo de la termodinámica, la entropía es un concepto clave que refleja el grado de desorden de un sistema y el número de posibles estados microscópicos. En el estudio de la física clásica y la mecánica estadística, una famosa paradoja, la paradoja de Gibbs, plantea un desafío importante a la definición y las propiedades de la entropía. Esta paradoja se centra en el cálculo de la entropía de los gases, especialmente en cómo aclarar la singularidad de las partículas y la reversibilidad del sistema, lo que desencadena aún más una reflexión profunda sobre la entropía.
El problema fundamental de la paradoja de Gibbs es que si las partículas son distinguibles, entonces el cálculo de la entropía de dos gases idénticos después de mezclarse dará como resultado la apariencia de una cantidad no extensiva.
Según el punto de vista de la mecánica estadística, si la entropía de un sistema no se ajusta a la escalabilidad, es decir, no es proporcional a la cantidad de sustancia, entonces, según la segunda ley de la termodinámica, la entropía del sistema puede disminuir, lo que obviamente viola las leyes de la naturaleza. Gibbs propuso este experimento mental entre 1874 y 1875, que requiere que reevaluemos la forma en que calculamos la entropía.
Considere dos recipientes de gas ideal idénticos, el recipiente uno contiene el gas A y el recipiente dos contiene el gas B. Si se abre la pared entre los dos recipientes, permitiendo que los gases se mezclen, el sistema seguirá estando en equilibrio desde una perspectiva macroscópica, pero la entropía del sistema después de la mezcla no será simplemente el doble de lo que era cuando Gibbs definió la entropía no expandida. Este método de cálculo hará que el valor de la entropía supere 2S, lo que es incompatible con el alcance de la termodinámica y pone en duda nuestra comprensión y definición de la entropía.
"Si los gases son diferenciables, el cierre de la barrera no devuelve el sistema a su estado original, sino que muchas partículas intercambian los contenedores". Este hecho pone de relieve la importancia de las partículas en los cálculos de entropía.
Cálculo de la entropía de un gas idealPor lo tanto, la clave para resolver la paradoja radica en suponer la indistinguibilidad de las partículas, de modo que todos los estados que difieren sólo en la disposición de las partículas se consideran iguales, corrigiendo el cálculo de la entropía.
Antes de analizar el proceso de cálculo específico de la entropía, primero debemos comprender la descripción del gas ideal en el espacio de fases. El estado de un gas ideal consta de energía U, volumen V y N partículas, cada una de las cuales tiene su vector de posición y vector de momento correspondientes, que juntos constituyen un espacio de fase de 6N dimensiones.
En este espacio de fases, de acuerdo con la restricción de la energía total de las partículas, podemos formar un hipercilindro de 6N dimensiones. Desde un punto de vista geométrico, la entropía del gas está relacionada con el volumen de este supercilindro, lo que a su vez afecta el cálculo de la entropía. Sin embargo, según el punto de vista de la mecánica cuántica, necesitamos discretizar la región del espacio de fases, y la correlación entre la constante cuántica y la función de onda se vuelve no despreciable.
Debido al principio de incertidumbre, debemos esperar que la información sobre el momento y la posición de las partículas que ingresan al espacio de fases no sea infinitamente precisa; para calcular el número de estados, necesitamos dividir el volumen del espacio de fases por la 3N-ésima potencia de la constante cuántica para obtener el valor de entropía correcto.
Además, encontramos que la definición de entropía en la física clásica es errónea, especialmente cuando se trata de grandes cantidades de gases. La entropía no expandida de Gibbs no es adecuada para cálculos donde las cantidades cambian o donde las partículas son distinguibles. Al introducir el principio de indistinguibilidad, podemos racionalizar la escalabilidad de la entropía y derivar ecuaciones más realistas, como la ecuación de Sakur-Tetrod.
La relevancia de la paradoja híbridaBasándonos en la indistinguibilidad, podemos deducir que la entropía obtenida al recalcular la entropía de un gas ideal es consistente con las leyes generalizadas de la termodinámica.
Otra paradoja que acompaña a la paradoja de Gibbs es la paradoja de la mezcla. Esta paradoja también revela el dilema al que se enfrenta el aumento y la disminución de la entropía durante la mezcla de gases. Si se supone que hay dos gases diferentes, se producirá un cambio de entropía significativo después de mezclarlos; si son el mismo gas, no se producirá ningún cambio de entropía. Desde una perspectiva teórica, esta diferencia nos recuerda que el criterio que elijamos al definir la entropía afectará profundamente nuestras conclusiones.
Esto ha llevado a una reflexión profunda sobre la definición de entropía, no sólo en la distinción entre partículas, sino también en el concepto de cómo determinar el estado de un gas. Esta subjetividad en las definiciones nos recuerda que la interrelación entre el acuerdo tácito y la precisión de la medición al estudiar fenómenos físicos puede afectar nuestra comprensión general.
Ante estas paradojas y desafíos de la entropía, no podemos evitar preguntarnos si la definición de entropía puede realmente captar por completo las propiedades y comportamientos del sistema. ¿Es una ley fundamental de la naturaleza o simplemente una abstracción matemática?