El dengue, una enfermedad transmitida por mosquitos, se ha convertido en un importante problema de salud pública en las regiones tropicales y subtropicales. Según la Organización Mundial de la Salud, en 2023 hubo más de 5 millones de casos de dengue y más de 5.000 muertes. Esta enfermedad es conocida por su alta transmisibilidad y potencial de causar síntomas graves, lo que hace que la gente se pregunte cómo el dengue puede causar graves consecuencias en tan solo unos días.
El dengue es una enfermedad causada por el virus del dengue, que se transmite principalmente por mosquitos Aedes hembra (principalmente Aedes aegypti). La mayoría de las personas infectadas no experimentan síntomas obvios después de la infección inicial, pero cuando aparecen los síntomas, generalmente comienzan entre 3 y 14 días después de la infección e incluyen fiebre alta, dolor de cabeza, dolor muscular y articular, náuseas y sarpullido. Generalmente, el período de recuperación es de dos a siete días, pero en casos raros, la enfermedad puede empeorar y evolucionar a dengue grave, que pone en peligro la vida.
Signos y evolución del dengue graveAproximadamente el 5% de los casos de dengue pueden evolucionar a una enfermedad grave, afección que suele ir acompañada de hemorragia interna, recuento bajo de plaquetas, pérdida de plasma y presión arterial peligrosamente baja.
El curso clínico del dengue se puede dividir en tres etapas: etapa febril, etapa crítica y etapa convaleciente. Durante el período febril, muchas personas infectadas sufren temperaturas corporales de hasta 40 °C y malestar general. Si llega a la fase crítica, pueden aparecer síntomas como dolor abdominal intenso, vómitos persistentes y dificultad para respirar, e incluso pueden provocar insuficiencia orgánica y la muerte.
Factores de riesgo del dengue graveLos indicadores muestran que ciertos grupos de personas tienen mayor riesgo de contraer dengue. Por ejemplo, los niños pequeños y los ancianos tienen más probabilidades de desarrollar enfermedades graves que otros grupos de edad. Además, las personas que han sido infectadas con un serotipo también corren el riesgo de sufrir una enfermedad grave si se infectan nuevamente con un serotipo diferente, lo que es en parte resultado de que el sistema inmunológico se haya visto afectado por la infección anterior.
La mejor manera de prevenir el dengue es eliminar los criaderos de mosquitos y tomar medidas para evitar sus picaduras.
El control de la propagación del dengue depende en gran medida del control de las poblaciones de mosquitos, lo que incluye medidas como la eliminación del agua estancada y el uso de insecticidas, especialmente en zonas donde prevalece el dengue. A nivel personal, utilizar ropa protectora y utilizar repelente de mosquitos también son medidas preventivas eficaces.
Actualmente existen dos vacunas contra el dengue en el mercado: Dengvaxia y Qdenga. Estas vacunas brindan protección para diferentes grupos de edad e historias clínicas, pero todas requieren que los receptores sepan si han sido infectados con el virus en el pasado para evitar el riesgo de padecer dengue grave.
ConclusiónLa rápida progresión del dengue y el riesgo de enfermedad grave que conlleva nos han proporcionado una comprensión más profunda de su prevención y tratamiento. A medida que aumenta el cambio climático global y la densidad poblacional, es probable que se intensifique la propagación del dengue, amenazando a cada vez más personas. Ante esta situación, ¿podemos encontrar soluciones efectivas para afrontar el desafío del dengue?