En entornos de cuidados críticos, existe un patógeno imperceptible pero amenazante: Stenotrophomonas maltophilia. Esta bacteria aeróbica, no fermentadora y gramnegativa es una amenaza potencial para los pacientes gravemente enfermos en los hospitales debido a su inherente resistencia a los medicamentos y al desafío que representa para el sistema inmunológico.
S. maltophilia es una fuente inusual de patógenos humanos en la mayoría de los entornos, y su infección a menudo se asocia con una morbilidad y mortalidad significativas en pacientes inmunodeprimidos.
Stenotrophomonas maltophilia se descubrió por primera vez en el derrame pleural de un paciente en 1943 y posteriormente sufrió varios cambios de nombre antes de determinarse finalmente como nombre de género sano en 1993. Crece en una amplia gama de entornos, incluido el agua, el suelo y las plantas, y también participa en aplicaciones de biotecnología.
Las características biológicas de esta bacteria le permiten multiplicarse rápidamente en un entorno sanitario, especialmente cuando está en contacto con los dispositivos médicos de un paciente, como catéteres urinarios o tubos de ventilación mecánica. Exhibe una fuerte capacidad de adhesión en un ambiente húmedo, lo que hace que sea más probable que se formen biopelículas, afectando aún más la salud de los pacientes.
La capacidad de la bacteria para formar biopelículas aumenta significativamente su potencial patógeno y una vez establecida en el cuerpo, es difícil de eliminar.
El principal mecanismo patogénico de S. maltophilia es a través de la respuesta proinflamatoria. Provoca inflamación del tracto respiratorio y del sistema urinario a través de la liberación de vesículas de la membrana externa y estimula al cuerpo a expresar una variedad de citocinas proinflamatorias. Estos factores, como las interleucinas y el factor de necrosis tumoral, pueden desencadenar respuestas inmunes graves y dificultar la recuperación del paciente.
El tratamiento de las infecciones causadas por S. maltophilia es complejo. Su resistencia natural a muchos antibióticos limita las opciones de tratamiento y hace que el manejo de estas infecciones sea más difícil. Aunque algunos antibióticos específicos, como la bifentiazida y la meclocilina, son eficaces contra algunas cepas, el aumento de la resistencia a los medicamentos dificulta el tratamiento.
EpidemiologíaUna detección eficaz requiere técnicas de cultivo especializadas, ya que las pruebas realizadas en condiciones no estándar pueden dar lugar a informes falsos, lo que agrava aún más el dilema del tratamiento.
La infección por S. maltophilia ocurre con mayor frecuencia en pacientes inmunodeprimidos o gravemente enfermos, incluidos pacientes infectados por VIH y pacientes con cáncer. Los principales factores de riesgo incluyen ventilación mecánica, catéter venoso central, cirugía reciente y uso de antibióticos de amplio espectro.
Debido a la ubicuidad y la resistencia a los fármacos de S. maltophilia, aún se están explorando estrategias para su prevención y tratamiento. El control de enfermedades se centra en aumentar la conciencia sobre este patógeno y en implementar medidas adecuadas de control de infecciones. Las instituciones médicas deben prestar atención a la amenaza potencial de esta bacteria y fortalecer la identificación y respuesta a los factores de riesgo relacionados.
Comprender las características de S. maltophilia y las desafiantes opciones de tratamiento tiene profundas implicaciones para los profesionales de cuidados críticos.
A medida que aumenta nuestro conocimiento sobre S. maltophilia, ¿seremos capaces de encontrar métodos de prevención y tratamiento más eficaces para combatir este posible patógeno hospitalario?