En el derecho indio, la doctrina estructural fundamental se considera un pilar de la Constitución, lo que otorga a la Corte Suprema poderes considerables para probar y anular cualquier enmienda que pueda poner en peligro la Constitución. Esta doctrina fue confirmada formalmente por la Corte Suprema de la India en el caso de 1973 Kesavananda Bharati contra el Estado de Kerala, creando un nuevo paradigma para las enmiendas constitucionales.
La doctrina de la estructura básica afirma que ciertas cualidades de la Constitución no pueden ser modificadas por sus órganos legislativos.
El núcleo de esta doctrina es que, aunque el Congreso tiene el poder de modificar la Constitución, este poder no es ilimitado y ciertas "características básicas" son eternas y no pueden abreviarse ni cambiarse. Estas características incluyen los derechos fundamentales de los ciudadanos, el funcionamiento del estado de derecho y la soberanía e integridad del Estado.
Inicialmente, la posición de la Corte Suprema sobre la enmienda constitucional era que cualquier parte de la constitución podía modificarse. Sin embargo, el caso de 1967 Golaknath contra el Estado de Punjab anuló esta opinión y decidió que los derechos fundamentales estaban más allá de la autoridad de enmienda del Parlamento.
En el caso Kesavananda Bharati, el juez Hans Raj Khanna enfatizó que el Parlamento no puede cambiar la estructura básica de la Constitución. Esta decisión formó la base de muchas sentencias importantes posteriores.
Las características básicas incluyen la supremacía de la constitución, el carácter secular del estado y el principio de separación de poderes que debe mantenerse.
Aunque la ley no enumera explícitamente estas características esenciales, la Corte Suprema ha reconocido una variedad de características en varios casos, que incluyen:
El establecimiento de una doctrina estructural básica no es sólo un desafío teórico, sino también una herramienta de control para las operaciones jurídicas prácticas. A través de esta doctrina, la Corte Suprema puede probar las enmiendas constitucionales aprobadas por el Congreso para garantizar que no infrinjan características fundamentales establecidas.
En muchos casos clave, como Indira Nehru Gandhi contra Raj Narain y Minerva Mills contra Unión de la India, la Corte Suprema ha aplicado la doctrina de la estructura fundamental para revocar enmiendas constitucionales cuyo objetivo era restringir la democracia y los derechos fundamentales.
En estos casos, los tribunales han demostrado que, aunque el Congreso tiene amplios poderes de enmienda, no puede cambiar ni perjudicar la estructura fundamental de la Constitución.
La doctrina de la estructura básica no sólo es aplicable en la India, sino que también afecta a la teoría constitucional de otros países como Bangladesh y Malasia. Sin embargo, esta doctrina ha sido rechazada por el Tribunal Superior en algunas jurisdicciones como Singapur.
La implementación de la Doctrina de la Estructura Básica ha tenido un profundo impacto en el entorno político y la acción social de la India. Esta enseñanza juega un papel importante no sólo en el ámbito jurídico, sino también en el despertar y protección de la conciencia ciudadana. Protege los derechos básicos de los ciudadanos contra infracciones arbitrarias de la ley y, al mismo tiempo, proporciona un mecanismo eficaz de control y equilibrio del poder.
En el proceso de salvaguardia de la Constitución india, la doctrina de la estructura básica se ha convertido en una importante línea de defensa para defender la democracia, el Estado de derecho y los derechos básicos. Limita el poder del Congreso y previene posibles abusos. Pero en el futuro, ¿sigue siendo una cuestión digna de nuestra consideración si esta enseñanza aún podrá adaptarse eficazmente al cambiante entorno social y político?