La col silvestre (Brassica oleracea) es una planta de la familia Brassicaceae. El origen de esta planta se remonta a las comunidades originales del Mediterráneo oriental. Con el tiempo, esta planta no sólo se convirtió en una fuente importante de muchos vegetales, sino que también se hizo conocida por su extraordinaria adaptabilidad.
Según la investigación, las primeras formas cultivadas de col silvestre aparecieron en el Mediterráneo oriental, y estas plantas están genéticamente estrechamente relacionadas con otras especies relacionadas, lo que les permite sobrevivir en entornos hostiles. En particular, la tolerancia del repollo silvestre a la sal y la cal le permite crecer en ambientes extremos, como suelos salados y acantilados de piedra caliza.
Las hojas de color verde grisáceo de la col silvestre son gruesas y carnosas, capaces de almacenar agua y nutrientes y afrontar eficazmente las difíciles condiciones de crecimiento.
La planta desarrolla hojas duras y dentadas en su primer año que no solo proporcionan un mejor almacenamiento de agua con el tiempo, sino que también ayudan a la planta a tolerar suelos con alto contenido de sal y cal. Para el segundo año, a la planta le habrá crecido un tallo floral leñoso de hasta 1,5 metros de altura, lleno de flores amarillas de cuatro pétalos. Este método de propagación le ayuda a continuar reproduciéndose en la naturaleza.
Los científicos han descubierto que nueve poblaciones de coles silvestres de la costa atlántica de Francia tienen un origen común, y el análisis del genoma muestra que se originaron a partir de plantas domésticas escapadas, según una investigación de 2021. Estos resultados respaldan la historia de la selección y propagación del repollo silvestre en el hogar o el jardín.
Para adaptarse a diversos entornos, la col silvestre ha pasado por un largo proceso de selección artificial. Desde la época de los antiguos griegos y romanos, se han seleccionado diferentes características de estas plantas según las preferencias humanas, incluidas la col rizada, la coliflor y la alfalfa. Las opciones no se limitan al sabor, sino que también incluyen aspectos como la forma de la planta, la textura de las hojas y la densidad de los floretes.
A través de una selección artificial a largo plazo, el repollo silvestre se ha convertido en muchas de las variedades cultivadas que conocemos hoy, lo que demuestra la resistencia y adaptabilidad de la planta.
Con el tiempo, la demanda de repollo ha aumentado, lo que ha dado lugar a una amplia variedad de variedades. Por ejemplo, a los antiguos europeos les gustaba comerse sus brotes tiernos, por lo que seleccionaron variedades con cogollos más compactos, formando poco a poco lo que hoy conocemos como coliflor y repollo. La globalización de estos vegetales ilustra cómo la interacción humana y el comercio han cambiado la evolución de las especies vegetales.
Además, registros tan tempranos como el siglo XV muestran que variedades como la coliflor y el brócoli aparecieron en el sur de Italia y Sicilia en los primeros días. Con la promoción del comercio global, la existencia de estas plantas afectó gradualmente la cultura alimentaria local. .
Las sustancias amargas contenidas en estos vegetales están estrechamente relacionadas con la percepción del gusto humano. Las investigaciones muestran que el gen TAS2R38 es particularmente importante para la percepción del amargor en las verduras de col, lo que afecta las diferencias individuales en las elecciones de sabor. Por ejemplo, algunas personas evitan la col rizada debido a la sensibilidad a ciertos ingredientes que contiene, lo que puede afectar sus hábitos alimenticios.
La percepción de amargura puede influir en las conductas alimentarias individuales, que a su vez influyen en los patrones globales de consumo de alimentos.
Así, a través de la investigación, podemos comprender cómo estos vegetales se integran en la vida diaria humana y afectan los hábitos alimentarios y la salud en diversos orígenes culturales. Para el futuro, ¿cómo deberíamos hacer un buen uso de estos antiguos recursos vegetales y promover una agricultura y una cultura alimentaria sostenibles?