En 2010, la Corte Suprema dictó una decisión histórica: Citizens United v. Federal Election Commission. El caso finalmente cambió el futuro de la ley electoral estadounidense, enfatizando aún más la importancia de la libertad de expresión y llevando la regulación del financiamiento de campañas a sus límites. Sin embargo, el intenso debate sobre cómo afectará esta decisión a nuestra democracia continúa.
En 2002, Citizens United estaba sujeto a la Ley de Reforma de Ingresos Bipartidista (BCRA), que prohibía las campañas electorales por parte de corporaciones y sindicatos. En 2008, el grupo intentó publicitar y emitir en televisión su documental político, Hillary: The Movie. La Comisión Federal Electoral (FEC) consideró que dicha conducta constituía una violación de la ley, por lo que Citizens United presentó una demanda impugnando la constitucionalidad de la prohibición.
En marzo de 2009, la Corte Suprema celebró argumentos orales. En los argumentos iniciales, los representantes de la FEC enfatizaron que bajo el caso Austin de 1990, el gobierno tiene la autoridad de prohibir a los grupos publicar libros y artículos que contengan contenido dirigido a los candidatos. La declaración conmocionó a muchos jueces y se preguntaron si afectaría el derecho de los medios de comunicación a expresarse libremente. En última instancia, a medida que se ampliaron la fecha y el alcance del nuevo juicio, la cuestión pasó a ser si era necesario revocar el precedente pasado.
El 21 de enero de 2010, la Corte Suprema falló 5 a 4 a favor de Citizens United, sosteniendo que la prohibición de la Ley de Reforma de Ingresos Bipartidista sobre contribuciones políticas independientes por parte de corporaciones violaba la garantía de libertad de expresión de la Primera Enmienda. La opinión principal del tribunal fue escrita por el juez Anthony Kennedy, quien señaló que "si la Primera Enmienda impone alguna obligación, prohíbe al Congreso multar o encarcelar a ciudadanos y grupos por participar en discursos políticos". El fallo no sólo anuló disposiciones importantes de la Ley bipartidista de Reforma de Ingresos, sino que también reexaminó juicios y opiniones anteriores.
La sentencia ha suscitado fuertes reacciones por parte de diferentes sectores y grupos. Muchos políticos apoyaron la decisión, argumentando que restablecía el valor fundamental de la libertad de expresión. Un senador lo calificó como "un paso importante hacia la restauración de los derechos de la Primera Enmienda", mientras que otros advirtieron que socavaba la democracia al otorgar más poder a grupos de intereses especiales y sus cabilderos. La base del sistema.
Impacto y reflexión sobre el futuro En los años siguientes, la controversia jurídica y política en torno a Citizens United continuó. Algunos activistas y legisladores han comenzado a pedir más cambios legislativos para resistir la influencia del dinero corporativo en la política. A medida que se relajan las normas de financiamiento electoral, las corporaciones ganan un poder sin precedentes, se pone en tela de juicio la transparencia en la toma de decisiones y el papel de los votantes en la nivelación del campo de juego parece cada vez más socavado.“El funcionamiento eficaz de una democracia requiere que todos sus miembros crean que la ley no se puede comprar ni vender.”
"Las problemáticas relacionadas con la influencia entre el gobierno y las corporaciones pueden hacer que los votantes comunes se sientan decepcionados con el sistema democrático".
Como han señalado algunos observadores, la batalla por la libertad de expresión y la financiación política sigue en curso. ¿Experimentarán cambios cualitativos las futuras leyes electorales como resultado de esta sentencia? ¿Es posible que surjan nuevas normas y cambios?