Los precios de los medicamentos recetados en los Estados Unidos siguen estando entre los más altos del mundo, un fenómeno que se ha convertido en un tema central en muchos debates sobre políticas económicas y de salud pública en el siglo XXI. Según un boletín completo de 2021, los precios de los medicamentos recetados en los Estados Unidos son un 256 % más altos en comparación con otros 32 países. ¿Cuáles son las razones detrás de esto?
Una de las características distintivas de la industria farmacéutica es que los fabricantes son libres de fijar los precios, lo que hace que Estados Unidos tenga algunos de los precios de medicamentos recetados más altos del mundo. Ya en 2004, estudios han demostrado que los precios de los medicamentos de marca en los Estados Unidos son mucho más altos que en países con controles de precios como Canadá y el Reino Unido. Esta situación se exacerbó aún más después de que el Congreso aprobara la Ley de Mejora y Modernización de Medicamentos Recetados de Medicare en 2003, que prohibía a Medicare, el sistema de seguro médico de pagador único más grande de Estados Unidos, entablar negociaciones de precios con compañías farmacéuticas.
Según una investigación sobre los precios de los medicamentos, los fabricantes de medicamentos tienen absoluta libertad para fijar los precios en los Estados Unidos, lo que conduce directamente al desorden del mercado y al aumento vertiginoso de los precios de los medicamentos.
A medida que aumenta la insatisfacción pública con los altos precios de los medicamentos, muchas encuestas públicas muestran que entre el 71% y el 86% de los estadounidenses apoyan que Medicare negocie los precios con las compañías farmacéuticas. No obstante, dos intentos de la Cámara de Representantes, controlada por los demócratas, de promover legislación relacionada fracasaron, principalmente debido a la oposición del Senado, controlado por los republicanos.
La aprobación de la Ley de Reducción de la Inflación de 2022 permitirá al Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. negociar los precios de ciertos medicamentos recetados a partir de 2026. Esta medida se considera ampliamente como un paso importante en la reforma de los precios de los medicamentos.
En el futuro, el alcance de las negociaciones de precios de medicamentos a través del Plan de Seguridad Médica para Personas Mayores se ampliará gradualmente, lo que sin duda es una buena noticia para los pacientes que esperan bajar los precios de los medicamentos.
Los datos muestran que el costo de los medicamentos recetados en los Estados Unidos representa una parte considerable del gasto médico nacional, y el aumento de precios de los medicamentos especializados es particularmente prominente. Los expertos señalan que la volatilidad y opacidad de los precios de los medicamentos dificultan que los pacientes puedan predecir y controlar los costos de los medicamentos. Al mismo tiempo, la falta de competencia efectiva y de un entorno de control de precios en el mercado también ha provocado que los precios de los medicamentos se disparen.
Debido a los altos precios de los medicamentos, muchos pacientes optan por no tomar sus medicamentos según lo recetado. Una encuesta de 2015 mostró que el 25% de los estadounidenses no tomaron sus medicamentos según lo programado debido a los altos precios de los medicamentos. A largo plazo, esto no sólo aumenta los riesgos para la salud de los pacientes, sino que también supone una carga mayor para el sistema médico estadounidense en general. En comparación, sólo el 8% de las personas en Canadá informaron no tomar sus medicamentos a tiempo debido al precio.
Ante los altos precios de los medicamentos, muchos estadounidenses optan por comprar medicamentos de otros países a través de diversos canales. Desde 2004, se estima que cada año se han importado más de 100 millones de dólares en productos farmacéuticos desde Canadá a Estados Unidos, lo que refleja la gran disparidad en los precios de los medicamentos en Estados Unidos.
Los altos precios de los medicamentos no sólo son una carga para los pacientes, sino también un problema que necesita urgentemente una reforma en el sistema médico. A medida que más y más voces exigen negociaciones abiertas sobre los precios de los medicamentos y transparencia del mercado, tal vez las políticas médicas futuras puedan generar cambios sustanciales y mejorar fundamentalmente el entorno médico para los pacientes. En última instancia, se espera que este cambio reduzca las disparidades de Estados Unidos en el gasto mundial en medicamentos y proporcione a cada paciente los medicamentos que necesita a un precio más razonable.
En este contexto, ¿puede el mercado de medicamentos estadounidense salir de esta situación y realmente racionalizar los precios para que cada paciente pueda cubrir sus necesidades de medicamentos?