A medida que se lanzan campañas de vacunación de todo tipo, comprender cómo se comportan las personas cuando reciben una vacuna se vuelve cada vez más importante. El Modelo de Creencias de Salud (HBM) es un modelo de psicología social diseñado específicamente para explicar y predecir comportamientos relacionados con la salud. En este modelo es central la forma en que las personas perciben los problemas de salud, los beneficios de las acciones esperadas, las barreras que enfrentan y sus creencias sobre su autoeficacia.
Historia del modelo de creencias sobre la saludEl modelo de creencias de salud intenta explorar cómo las creencias de salud de las personas influyen en si toman medidas para mejorar su salud, incluida la vacunación.
El modelo de creencias sobre la salud fue desarrollado en la década de 1950 por psicólogos sociales del Servicio de Salud Pública de Estados Unidos. Los investigadores de la época estaban preocupados por las bajas tasas de detección de tuberculosis entre la población y comenzaron a explorar la asociación con conductas relacionadas con la salud. Este modelo no sólo es aplicable a la vacunación, sino que también puede aplicarse para predecir otros comportamientos de salud, como la detección de enfermedades y los cambios en el estilo de vida.
El modelo de creencias sobre la salud consta de varios componentes clave que interactúan entre sí para influir en el comportamiento de salud de un individuo:
La gravedad percibida refleja la evaluación subjetiva que hace un individuo de la gravedad de un problema de salud. Si las personas creen que una enfermedad puede tener consecuencias graves, es más probable que se vacunen para evitarlas. Por ejemplo, en estudios sobre vacunas contra la gripe, cuanto más grave percibían las personas que la gripe era, mayor era su disposición a vacunarse.
Beneficios percibidos El beneficio percibido se refiere a la evaluación que hace un individuo de los beneficios que puede obtener al adoptar una conducta saludable (como la vacunación). Si las personas creen que la vacunación es eficaz para reducir la probabilidad de contraer una enfermedad, es más probable que opten por vacunarse.En la conducta de vacunación, la gravedad percibida se combina con la susceptibilidad percibida para formar una "amenaza percibida", que afecta directamente la disposición a vacunar.
Incluso si existe suficiente conciencia de los riesgos para la salud, si las personas perciben barreras a la vacunación (como inconvenientes, costos, miedo, etc.), estas barreras se convertirán en obstáculos para el cambio de comportamiento. Por lo tanto, superar estos obstáculos es clave para aumentar las tasas de vacunación.
El equilibrio entre obstáculos y beneficios a menudo determina si un individuo emprende acciones.
La autoeficacia se refiere a la confianza de un individuo en su capacidad para realizar con éxito un determinado comportamiento. Las investigaciones muestran que la autoeficacia también juega un papel importante en el mantenimiento de comportamientos saludables. Si las personas creen que pueden superar las dificultades durante el proceso de vacunación, su disposición a vacunarse aumentará naturalmente.
Las campañas de vacunación actuales pueden utilizar eficazmente el concepto del modelo de creencias sobre la salud. Por ejemplo, analizar la susceptibilidad percibida y la severidad percibida del grupo objetivo para personalizar el plan educativo correspondiente. El contenido puede incluir datos epidemiológicos, posibles beneficios de la vacunación, apoyo y estímulo durante el proceso de vacunación, etc., todo lo cual puede mejorar la aceptación de las vacunas por parte del público.
A medida que las personas adquieren una comprensión más profunda de los comportamientos de salud, el modelo de creencias sobre la salud puede ajustarse aún más para adaptarse al cambiante entorno social y de salud. En el futuro, se podrán integrar más teorías psicológicas en el estudio de nuevos comportamientos de vacunación para obtener una comprensión más completa de los factores que influyen en la disposición a la vacunación.
Sin embargo, esto nos hace pensar, además del modelo de creencias reconocido, ¿existen otros factores que influyen en las conductas de salud de las personas y en su disposición a vacunarse?