Antecedentes históricosEl desarrollo del modelo de creencias de salud no sólo está dirigido a la promoción de la tuberculosis, sino que también se ha aplicado gradualmente a una variedad de otras conductas de salud, como la vacunación y el mantenimiento del comportamiento de las enfermedades crónicas.
A principios de la década de 1950, el temor a la tuberculosis aún persistía en la sociedad estadounidense y los expertos en salud pública, con la esperanza de reducir la propagación de la enfermedad mediante exámenes médicos, estaban ansiosos por comprender por qué muchas personas se mostraban reacias a hacerse la prueba. Los fundadores de este modelo, Irwin M. Rosenstock, Godfrey M. Hochbaum, S. Stephen Kegelus y Howard Levinthal, recopilaron datos extensos relacionados con Esta teoría se construyó con base en datos de comportamiento relacionados con la tuberculosis y las opiniones públicas.
La construcción teórica del modelo de creencias de salud se basa principalmente en la psicología cognitiva. Desde el principio, los teóricos cognitivos identificaron el vínculo entre el comportamiento y las expectativas como clave, lo que condujo al desarrollo del modelo de creencias sobre la salud. Sus componentes principales incluyen:
Estos componentes se influyen entre sí y, en última instancia, influyen en si las personas adoptan conductas que promueven la salud.
Aunque el HBM se desarrolló en la década de 1950, su aplicación se ha expandido a una variedad de cambios de comportamiento de salud en la actualidad. En los últimos años, las investigaciones sobre el comportamiento de vacunación contra la COVID-19 han demostrado que el modelo de creencias sobre la salud todavía tiene una buena capacidad predictiva. Al comprender las creencias cognitivas de los encuestados, los investigadores pueden diseñar programas de promoción de la salud más efectivos.
En 1988, los psicólogos añadieron el concepto de autoeficacia al HBM. Esta variable pone de relieve la importancia de la confianza en uno mismo en el proceso de cambio de conductas de salud. Esta introducción hace que el modelo sea más completo y ayuda a explicar los desafíos que enfrentan las personas al mantener comportamientos saludables a largo plazo, como cambios en la dieta y ejercicio.
La flexibilidad y adaptabilidad del modelo lo convierten en una herramienta poderosa para explicar los comportamientos de salud y guiar a los responsables de las políticas a formular planes de intervención de salud apropiados.
A pesar del éxito del HBM a la hora de explicar los comportamientos de salud, el modelo también tiene sus limitaciones. Las investigaciones muestran que el entorno cultural y social también juegan un papel importante a la hora de influir en las decisiones sobre el comportamiento de salud. Esto requiere que prestemos más atención a las diferencias culturales individuales y su posible impacto en las decisiones de salud en futuras aplicaciones.
A medida que la sociedad avanza, la comprensión y la aplicación del modelo de creencias sobre la salud siguen evolucionando. ¿A qué otros factores cree que se debe prestar atención para promover conductas saludables en el futuro?