La vitalidad de las plantas es asombrosa, especialmente su resistencia frente a climas duros. Esta resiliencia a menudo se denomina "resistencia", que se refiere a la capacidad de una planta para sobrevivir a condiciones de crecimiento adversas, generalmente asociadas con la adversidad climática. La rusticidad de las plantas describe principalmente su resistencia a temperaturas extremas, como el frío, el calor, la sequía, las inundaciones o los vientos fuertes. Esta capacidad es de gran importancia en la agricultura y la horticultura, ya que la elección de las variedades de plantas adecuadas está relacionada con el equilibrio de todo el ecosistema y la producción de cultivos.
Resistencia al inviernoLa definición de resistencia está estrechamente ligada a la ubicación geográfica nativa de la planta, incluidos atributos como longitud, latitud y altitud, que a menudo se simplifican en una zona de resistencia.
Las plantas resistentes al invierno pueden crecer durante el invierno o al menos permanecer en un estado latente saludable. Además de los árboles de hoja perenne resistentes, hay muchos cultivos mejorados, incluidas diferentes variedades de repollo, coliflor y varias zanahorias.
Algunos bulbos, como los tulipanes, requieren inviernos fríos para florecer, mientras que otros, como las violetas africanas, pueden sobrevivir a inviernos helados. Para facilitar los jardines de invierno, muchas plantas están designadas como resistentes al frío, lo que les permite crecer en climas más duros.
Las plantas leñosas afrontan las temperaturas gélidas inhibiendo la formación de hielo dentro de las células vivas o permitiendo que el agua se congele en partes de la planta no afectadas por la helada. Muchas plantas leñosas pueden sobrevivir hasta -40 °C (-40 °F) utilizando un mecanismo de sobreenfriamiento, mientras que las que pueden soportar temperaturas más bajas deshidratan sus células, lo que hace que el agua se congele entre las paredes celulares y las células sobrevivan.
Clasificación de resistencia al fríoEs importante señalar que las plantas, incluso aquellas consideradas tolerantes al frío, pueden no sobrevivir en ambientes fríos sin adaptación.
En los Estados Unidos, el sistema de clasificación de resistencia más utilizado son las zonas de resistencia del USDA, que se basan en la temperatura mínima anual promedio. El sistema fue creado específicamente para tener en cuenta las diversas condiciones climáticas de los Estados Unidos. Otro sistema comúnmente utilizado es el Sistema de Zonas Climáticas Sunset, que divide los climas en función de factores como las precipitaciones, la temperatura y la humedad.
En el Reino Unido y Europa Occidental, debido a la influencia del clima marino, el rango de temperatura es relativamente estrecho, por lo que se han desarrollado estándares de evaluación de la resistencia al frío más específicos para facilitar la selección y plantación de plantas en un clima cambiante.
Las plantas tolerantes al frío son importantes no sólo por su ecología sino también por su valor económico. En términos generales, las plantas resistentes pueden soportar una variedad de temperaturas extremas y ambientes hostiles y requieren poco mantenimiento, lo que las convierte en una excelente opción para la producción agrícola. Por ejemplo, plantas como la bardana y la morera han demostrado una buena adaptabilidad y se han convertido en cultivos económicamente importantes.
En las discusiones sobre la resistencia al frío, a menudo se pasa por alto la capacidad de tolerar otros factores climáticos. Por ejemplo, la tolerancia al calor y la tolerancia a la sequía son ambas áreas de preocupación. Las plantas tropicales pueden crecer en ambientes cálidos y algunas plantas pueden sobrevivir en ambientes con poca agua.
Los mecanismos de tolerancia al viento aún necesitan ser explorados más a fondo porque el viento no sólo causa estrés mecánico sino que también hace que las plantas estén más frías y secas.
La capacidad de las plantas para endurecerse está relacionada con el estrés que experimentan durante la temporada de crecimiento. Si el estrés es demasiado grande, la tolerancia de las plantas al frío invernal tiende a disminuir. Las fluctuaciones drásticas de temperatura causadas por el cambio climático también pueden afectar la supervivencia de las plantas.
Entonces, ante el cambio climático y los desafíos que trae consigo, ¿cómo debemos seleccionar y cultivar plantas más adecuadas para proteger y restaurar nuestro entorno ecológico?