La hemofilia B, también conocida como enfermedad de Christmas, es una enfermedad de coagulación sanguínea causada por una deficiencia del factor de coagulación IX. Se manifiesta con facilidad por hematomas y sangrado, siendo especialmente más común en hombres. La historia de esta enfermedad se remonta a 1952, cuando la comunidad médica la reconoció por primera vez como una enfermedad distinta.
Las personas con hemofilia B experimentan episodios de sangrado frecuentes a lo largo de sus vidas, lo que requiere una terapia de reemplazo de factores regular para controlar sus síntomas.
La prevalencia de la hemofilia B es de aproximadamente 1 en 40.000 personas y aproximadamente el 15% de las personas con hemofilia padecen la enfermedad. Sin embargo, muchas mujeres portadoras a menudo no presentan síntomas obvios, pero entre el 10% y el 25% de las mujeres pueden experimentar síntomas leves de hemofilia y, ocasionalmente, incluso síntomas moderados o graves.
Los principales síntomas de la hemofilia B incluyen fácil aparición de hematomas, sangre en la orina, hemorragias nasales y hemorragias articulares. Debido al miedo al sangrado, los pacientes a menudo descuidan la higiene bucal, lo que los hace más susceptibles a la enfermedad periodontal y problemas de caries. El signo más obvio de hemofilia leve en la boca es el sangrado de las encías durante la pérdida de los dientes primarios o el sangrado prolongado después de una cirugía o extracción dental.
Genética y fisiopatologíaEn casos graves de hemofilia, los pacientes pueden experimentar sangrado espontáneo de los tejidos orales, incluido el paladar blando, la lengua, la mucosa bucal, los labios y las encías, e incluso pueden producir equimosis.
La hemofilia B es causada por una deficiencia del factor de coagulación IX, cuyo gen se encuentra en el cromosoma X, lo que explica por qué los varones son más frecuentemente afectados. Cuando el gen F9 muta, causa hemofilia B. Se estima que un tercio de los pacientes no tienen antecedentes familiares de la enfermedad, debido a variaciones genéticas aleatorias que ocurren durante la reproducción.
La hemofilia B generalmente se diagnostica a través de métodos como pruebas de detección de coagulación y análisis de factores de coagulación. El diagnóstico diferencial relacionado con esta enfermedad incluye la hemofilia A, la deficiencia del factor XI y la enfermedad de von Willebrand.
Tratamiento y consideraciones dentalesActualmente, el tratamiento para la hemofilia B se realiza principalmente mediante inyección intravenosa de factor IX. Con el avance de la tecnología médica, Etranacogene dezaparvovec (Hemgenix) fue aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. en 2022, convirtiéndose en la primera terapia genética que se puede utilizar para tratar la hemofilia B.
Durante el tratamiento, se deben considerar cuidadosamente los riesgos quirúrgicos para evitar sangrado o hematomas excesivos.
La hemofilia B se conoce como la "enfermedad real" debido a su prevalencia en varias familias reales europeas. La reina Victoria era portadora de la hemofilia B y la transmitió a otras familias reales como las de Rusia, España y Alemania. La historia de esta enfermedad no sólo es parte de la investigación médica, sino que también está entrelazada con las historias familiares de personajes famosos, haciendo que la hemofilia B sea parte de la historia.
La hemofilia B no es sólo una enfermedad de la sangre, sino también un espejo de la historia y la sociedad, que refleja la búsqueda y los desafíos de la salud en diferentes generaciones. ¿Estas historias detrás de escena te hacen empezar a pensar en el profundo impacto de la salud y la genética?