El Programa de Apoyo al Ingreso Benazir de Pakistán (BISP) es un programa federal de transferencia de efectivo incondicional destinado a reducir la pobreza, lanzado en julio de 2008. El objetivo del programa es proporcionar a las familias más pobres el apoyo financiero necesario para hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo causada por la alta inflación.
Desde 2005, el poder adquisitivo de muchas familias paquistaníes se ha visto erosionado por el rápido aumento de los precios de los alimentos y el combustible.
El BISP se puso en marcha en este contexto, con el objetivo de combatir las dificultades económicas, especialmente reduciendo la presión financiera sobre las familias de las mujeres. El programa es actualmente el mayor programa de red de seguridad social de Pakistán y el tercer mayor gasto presupuestario del gobierno.
Según las estadísticas, en 2016 el BISP asignó un total de 90 mil millones de rupias (alrededor de 900 millones de dólares estadounidenses) a 5,4 millones de beneficiarios, lo que demuestra la importancia del programa.
BISP opera en varias provincias de Pakistán, incluidas Punjab, Sindh, Balkhtan y Khyber Pakhtunkhwa, e incluso cubre regiones administrativamente distintas como Azad Cachemira e Islamabad. Mabad. Inicialmente, el financiamiento se asignaba a través de recomendaciones de miembros del Congreso, un proceso que luego fue reemplazado por un sistema de puntuación de pobreza específico y sistemático debido a problemas de corrupción.
El sistema de puntuación de la pobreza, una metodología respaldada por el Banco Mundial, pide a los hogares que respondan 13 preguntas basadas en sus activos y gastos.
Además, el BISP ha diseñado varios programas adicionales, como "Waseela-e-Taleem", que requiere que las familias beneficiarias inscriban a sus hijos de 5 a 12 años en la escuela, combinando así los pagos en efectivo con la educación. Esta práctica ha atraído la atención social a medida que la conexión entre educación y economía se ha hecho cada vez más evidente.
Pago y elegibilidadPara participar en el BISP, los hogares deben tener un ingreso mensual de menos de 6.000 rupias (aproximadamente 67 dólares). Las familias elegibles deben tener una solicitante femenina con una identificación válida y cumplir una serie de otras condiciones.
Cada hogar elegible recibirá un pago en efectivo de Rs 8.500 cada trimestre, lo que ayudará a aumentar el poder adquisitivo de las familias de bajos ingresos.
Si bien BISP ha logrado algunos avances para ayudar a las familias pobres, el programa también ha enfrentado críticas. Existe la opinión de que los montos en efectivo no son suficientes para sacar a los hogares de la pobreza y que la falta de condicionalidad no promueve eficazmente mejoras en la educación y la salud.
Los expertos dicen que los programas de transferencias monetarias incondicionales suelen ser vulnerables al favoritismo político y a la corrupción. Por ejemplo, el proceso de selección de familias patrocinadas ha sido frecuentemente acusado de favorecer a los partidarios del partido gobernante.El BISP está avanzando hacia un rediseño que introduce condiciones que permitan a los beneficiarios regresar a las actividades socioeconómicas de manera más efectiva, como transferencias monetarias condicionadas relacionadas con la salud y la educación. El éxito o el fracaso de tales programas tendrá un profundo impacto en el diseño y la implementación de políticas futuras.
Muchas personas esperan con interés el continuo funcionamiento y las medidas de reforma del programa BISP, que es crucial para mejorar el entorno socioeconómico de Pakistán.
En medio de la interacción entre los pagos de transferencia y la inflación, ¿será un desafío importante para los responsables de las políticas en el futuro que el BISP pueda seguir brindando apoyo a las comunidades más vulnerables y mejorar con éxito la pobreza?