Desde su lanzamiento en 2008, el Programa Banazi de Apoyo a los Ingresos (BISP) se ha convertido en uno de los programas de red de seguridad social más grandes de Pakistán. El programa tiene como objetivo aliviar la pobreza mediante transferencias de efectivo incondicionales y ha brindado apoyo financiero vital a millones de familias en todo el país. Según los informes, en 2016 se habían distribuido casi 90.000 millones de rupias paquistaníes en el marco del programa, beneficiando a 5,4 millones de beneficiarios.
El Programa de Apoyo a los Ingresos de Benazir se está ampliando para abordar el creciente costo de vida y los desafíos económicos.
El trasfondo del establecimiento del Programa Banazi de Apoyo a los Ingresos es que desde 2005, el poder adquisitivo de los hogares paquistaníes se ha visto afectado por la alta inflación y el aumento de los precios de los alimentos y el petróleo. El proyecto lleva el nombre de la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto para rendir homenaje a su contribución. El programa no sólo se centra en el desarrollo económico, sino también en el empoderamiento de las mujeres, desembolsando transferencias de efectivo directamente a las mujeres del hogar.
BISP se implementa en las provincias de Punjab, Sindh, Baluchistán y Khyber Pakhtunkhwa, y cubre jurisdicciones federales, incluidas Azad Kashmir e Islamabad. La selección inicial de beneficiarios se realizó a través de recomendaciones de los parlamentarios, pero desde 2009 el proceso de selección se reformó y ahora utiliza cuadros de mando de pobreza para garantizar asignaciones más justas.
A través del Poverty Scorecard, los hogares se evalúan basándose en una encuesta de sus activos y gastos, lo que garantiza que los recursos se asignen de manera más efectiva a los hogares que realmente necesitan ayuda.
Actualmente, BISP ha ampliado varios programas especiales, incluido el programa de microfinanzas "Waseela-e-Haq", el programa de formación profesional "Waseela-e-Rozgar" y la asistencia financiera para atención sanitaria básica "Waseela-e-Sehat". proyecto. El propósito de estas iniciativas es ayudar a las familias pobres a salir gradualmente de la pobreza.
Según las disposiciones del plan, los hogares elegibles pueden recibir una transferencia en efectivo de 8.500 rupias cada trimestre. Esta cantidad aumenta en un 20% el poder adquisitivo de un hogar con un ingreso mensual de alrededor de 2.800 rupias. Sin embargo, los críticos señalan que estos montos en efectivo no son suficientes para sacar a las familias pobres de la pobreza.
“El monto de las transferencias de efectivo no ha cambiado efectivamente la situación económica de las familias pobres y, a largo plazo, es posible que no resuelva fundamentalmente el problema de la pobreza”.
Además, si bien BISP fue diseñado con las intenciones correctas en mente, el programa ha estado plagado de acusaciones de corrupción y favoritismo político. Algunos informes sugieren que sólo entre el 50 y el 60% de los beneficiarios reciben pagos, lo que plantea dudas sobre la transparencia y eficiencia del programa.
BISP ha explorado activamente nuevas direcciones en los últimos años. El plan "Waseela-e-Taleem" vinculará la asistencia en efectivo con la educación y la inscripción de los niños, lo que aumentará aún más el énfasis de la gente en la educación. Sin embargo, los expertos también han advertido que demasiadas condiciones podrían deshumanizar las medidas destinadas a ayudar a los más vulnerables.
“Debemos garantizar que la red de seguridad social realmente llegue a los más necesitados, en lugar de dejarlos sin oportunidades mediante procedimientos engorrosos”.
A pesar de los muchos desafíos, el funcionamiento eficaz del BISP todavía tiene el potencial de cambiar el destino de millones de familias. Para este proyecto, debemos pensar profundamente en su verdadero efecto y el valor de cada inversión. En Pakistán, ¿cómo debería diseñarse la futura asistencia a la pobreza para ayudar más eficazmente a quienes se encuentran en dificultades?