La epilepsia es un grupo de trastornos neurológicos no transmisibles caracterizados por convulsiones epilépticas recurrentes. Las crisis epilépticas son manifestaciones clínicas de una actividad eléctrica anormal, excesiva y sincronizada en las neuronas del cerebro. Según la definición de la Liga Internacional de Epilepsia, la epilepsia se diagnostica cuando ocurren dos o más convulsiones no provocadas. Una sola convulsión también puede sugerir un diagnóstico de epilepsia, según la probabilidad de que vuelva a aparecer. Las convulsiones varían de tipo, desde períodos breves y apenas perceptibles hasta períodos prolongados de grandes temblores debido a una actividad eléctrica anormal en el cerebro. Estos ataques pueden provocar lesiones físicas directas, como fracturas de huesos, o accidentes causados por el ataque. Las convulsiones a menudo ocurren repetidamente y es posible que no tengan una causa subyacente detectable.
El estigma social que rodea a la epilepsia a menudo surge del miedo y la ignorancia de sus síntomas, lo que deja a muchas personas con epilepsia expuestas a la discriminación y el aislamiento.
La forma en que se trata a las personas con epilepsia varía mucho en todo el mundo, en parte debido a las diferencias en los contextos socioculturales. Según investigaciones de la OMS, aproximadamente el 69% de los casos de epilepsia pueden controlarse con medicación, mientras que otros que no responden a los fármacos pueden necesitar cirugía u otros tratamientos. A medida que aumenta la comprensión de la sociedad sobre la epilepsia, la calidad de vida de algunos pacientes ha mejorado significativamente, pero todavía hay casos en los que se ven afectados por prejuicios sociales.
Causas y síntomas de la epilepsiaLas causas subyacentes de la epilepsia son bastante complejas. En muchos casos, la causa de la epilepsia sigue siendo desconocida; sin embargo, algunas causas conocidas, como daño cerebral, accidente cerebrovascular y tumores cerebrales, pueden provocar ataques epilépticos. Según los datos, en el 60% de los casos de epilepsia no se puede identificar la causa, lo que dificulta el tratamiento y la ayuda de los pacientes.
Los síntomas de la epilepsia incluyen convulsiones, pérdida de conciencia, espasmos musculares, etc. La intensidad de estas reacciones varía de persona a persona y a menudo hace que las personas se sientan incómodas y temerosas.
Las convulsiones epilépticas pueden adoptar muchas formas, incluidas convulsiones generalizadas y parciales. Las convulsiones generalizadas afectan ambos lados del cerebro, generalmente con pérdida de conciencia, mientras que las convulsiones focales pueden afectar un área específica del cerebro. La diversidad de estos síntomas ha exacerbado la incomprensión y el miedo de la sociedad a la epilepsia, provocando que los pacientes a menudo sean discriminados en las interacciones interpersonales.
Estigma social contra la epilepsiaLas personas con epilepsia a menudo enfrentan un estigma social que puede afectar su calidad de vida. Por ejemplo, en muchos países, las personas con epilepsia enfrentan resistencia y rechazo cuando solicitan empleo y en situaciones sociales. Este prejuicio no sólo pone a los pacientes bajo presión psicológica, sino que también afecta sus relaciones familiares y comunitarias.
Los malentendidos sobre la epilepsia a menudo hacen que los pacientes se sientan solos, indefensos e incluso temerosos, lo que tiene un grave impacto en su salud física y mental.
Según las estadísticas, alrededor del 30% de los pacientes con epilepsia sentirán ansiedad y depresión debido a trastornos sociales. En la comunidad médica existe la creencia generalizada de que el estigma que rodea a la epilepsia afecta gravemente el desempeño de los pacientes en la educación, la carrera y las relaciones interpersonales y conduce al aislamiento social.
Mejorar las condiciones de vida de las personas con epilepsiaMejorar la calidad de vida de las personas con epilepsia requiere esfuerzos de toda la sociedad, incluido el fortalecimiento de la concienciación y la educación sobre la epilepsia. Eliminar el estigma y los conceptos erróneos sobre la epilepsia a través de la educación puede ayudar al público en general a comprender las realidades de la epilepsia y los desafíos que enfrentan las personas con la enfermedad.
A través del apoyo de la comunidad y la entrega de información correcta, podemos ayudar a las personas con epilepsia a recuperar su confianza e integrarse en la sociedad.
Además del apoyo social, los propios pacientes con epilepsia también necesitan comprender su condición y participar activamente en el tratamiento. Buscar asesoramiento y apoyo comunitario también es crucial para desarrollar resiliencia en los pacientes con epilepsia afectados por su estado de cáncer. El apoyo médico continuo y un entorno social abierto pueden hacer que las personas con epilepsia tengan más confianza para enfrentar los desafíos de la vida.
Aunque la epilepsia es una enfermedad a largo plazo, con el avance de la medicina y la mejora de la conciencia social, las convulsiones epilépticas de muchos pacientes están bien controladas, y las leyes y políticas en muchos lugares también están mejorando el apoyo a las personas con epilepsia. El desafío para el futuro es cómo eliminar aún más el estigma social contra la epilepsia para que todos los pacientes puedan tener igualdad de oportunidades de vida y apoyo social.
¿Podemos ayudar a construir una sociedad más amigable donde las personas con epilepsia no sean incomprendidas y excluidas?