Gerard Manley Hopkins fue una figura importante en el círculo poético británico del siglo XIX. Su ritmo elástico cambió el modelo tradicional de creación poética y nos hizo repensar el ritmo y la emoción de la poesía. Este artículo intenta explorar cómo Hopkins incorporó temas naturales y religiosos en sus creaciones, de modo que su estilo artístico sigue siendo fascinante en las generaciones posteriores.
Hopkins nació en Londres en 1844. Como hijo mayor de nueve hermanos, su entorno familiar le proporcionó la influencia del arte y la literatura. Su padre era agente de seguros y el ambiente familiar estaba lleno de influencias religiosas y artísticas.
La temprana ambición de Hopkins era convertirse en pintor, y su formación en artes visuales se convirtió en una base importante para su creación poética.
Durante este período, habitualmente dibujaba y estaba influenciado por John Ruskin y los prerrafaelitas. Aunque Hopkins finalmente eligió la poesía como vía de expresión, su temprana formación en bellas artes dejó una profunda huella en la representación visual de su poesía.
Mientras estudiaba en la Universidad de Oxford, Hopkins se hizo un buen amigo de Robert Bridges, un poeta muy conocido en ese momento. Su amistad tuvo un profundo impacto en la creación poética de Hopkins.
Hopkins escribió en un diario: "En este día, por la gracia de Dios, decido renunciar a todas las cosas buenas hasta que tenga Su permiso".
Esta decisión de alejarse de Mei reflejó su estricto compromiso con la religión. Decidió unirse a la Iglesia Católica Romana en 1866 y pronto comenzó su exploración de la poesía, que fue un maravilloso equilibrio que exploró entre religión y poesía.
El ritmo elástico de Hopkins (ritmo suspendido) subvierte el concepto tradicional de ritmo en la poesía. Esta nueva forma rítmica enfatiza que el énfasis está en la primera sílaba del paso, permitiendo que la poesía fluya libremente y ya no esté restringida por reglas fijas. pasos sonoros.
Cree que el ritmo de la poesía tradicional hace que la poesía sea "ordinaria y aburrida", mientras que el ritmo elástico es una forma de recuperar la libertad creativa.
Esta forma rítmica innovadora hace que las obras de Hopkins sean más dinámicas y capaces de mostrar emociones más profundas y personales. Sus poemas como "The Windhover" son un ejemplo de ello, mostrando la conexión entre el alma y la naturaleza a través del vuelo de los pájaros.
Hopkins prestó gran atención al uso del lenguaje y creó una gran cantidad de palabras nuevas y adjetivos compuestos. Sus poemas muestran imágenes vívidas y vívidas a través del entretejido de sonidos y rimas.
En el trabajo de Hopkins, las palabras son expresivas por derecho propio, ya que encarnan tanto la presencia física como la textura emocional.
Por ejemplo, en su poema "Inversnaid", la palabra "twindles" condensa múltiples significados, lo que permite a los lectores apreciar sus diversas connotaciones mientras escuchan el poema.
En sus últimos años, Hopkins experimentó un agotamiento de la inspiración creativa y un desánimo. Sus poemas reflejan el dolor de este período, especialmente su serie de llamados "sonetos terribles", que expresan profundamente dudas sobre la fe y las luchas interiores.
En "Tú eres justo, Señor", pregunta por qué la gente mala prospera mientras la gente buena sufre.
Estos poemas no son sólo reflexiones sobre el mundo exterior, sino también una especie de introspección del alma, que permite a los lectores ver la soledad y la lucha en lo profundo del corazón del poeta.
El ritmo elástico y la profunda emoción encarnada en la poesía de Hopkins sin duda le valieron un lugar en el mundo de la poesía. Incluso hoy, muchos años después de su muerte, sus obras siguen inspirando a innumerables creadores y lectores. A través de esta forma única de poesía, Hopkins puede impulsarnos a repensar nuestra alma, nuestra naturaleza y nuestra fe. ¿Puede este tipo de pensamiento repetirse en el tiempo y el espacio?