El Trans Mountain Pipeline (TMPL) es un importante sistema de oleoductos multiproducto que se extiende entre Edmonton, Alberta y la costa de Columbia Británica. Desde su creación en 1951, la evolución del oleoducto y la historia detrás de él ilustran la complejidad de la política energética, la protección ambiental y los derechos indígenas de Canadá. Durante los últimos setenta años, el desarrollo de TMPL no es sólo un avance tecnológico, sino también un indicador importante de los cambios sociales en Canadá.
"El funcionamiento de TMPL no tiene que ver sólo con la economía, sino también con nuestro medio ambiente y nuestra supervivencia futura."
Desde el descubrimiento de ricos recursos de petróleo y gas cerca de Leduc en Alberta en 1947, la idea de construir un oleoducto que conecte Alberta y Columbia Británica ha ido tomando forma gradualmente. En 1951, el Parlamento canadiense concedió a Trans Mountain Pipeline Company una licencia en virtud de una ley especial y la construcción del oleoducto comenzó en 1952.
Después de aproximadamente 1.150 kilómetros de minuciosa construcción, TMPL comenzó a operar en 1953, convirtiéndose en el único oleoducto que conecta estas dos importantes áreas mineras de recursos. Con el tiempo, la gama de productos operativos del oleoducto también ha seguido ampliándose, desde el transporte inicial de petróleo crudo hasta una variedad de productos refinados, lo que ha hecho que el oleoducto sea cada vez más competitivo comercialmente.
En 1983, TMPL comenzó a intentar pasar del tradicional transporte único de petróleo crudo al transporte de múltiples productos. En 1993, TMPL podía transportar regularmente diversos productos petrolíferos refinados, incluido combustible de aviación, gasolina y diésel, convirtiéndose en el único sistema de oleoductos importante del mundo con tales capacidades en ese momento. Esta transformación no sólo mejora la eficiencia operativa, sino que también fortalece efectivamente la posición de TMPL en el mercado energético.
Con la expansión de TMPL, han surgido preocupaciones generalizadas sobre el impacto potencial en el medio ambiente. Especialmente en el plan de expansión de Trans Mountain propuesto en 2013, las cuestiones ambientales del plan se convirtieron en el centro de discusión del gobierno y de todos los sectores de la sociedad. Han surgido desafíos legales y oposición de grupos ambientalistas, que exigen evaluaciones de impacto ambiental más adecuadas y consultas completas con las Primeras Naciones. En 2020, la Corte Suprema de Canadá emitió una decisión rechazando las apelaciones de múltiples partes. Este fallo sin duda se convirtió en un eslabón clave en el plan de expansión.
"El equilibrio entre la protección del medio ambiente y el desarrollo económico es la cuestión más difícil a la que nos enfrentamos."
En 2018, para garantizar el buen progreso del plan de expansión, el gobierno canadiense decidió adquirir la empresa operadora del oleoducto por 4.700 millones de dólares y estableció Trans Mountain Corporation para continuar avanzando en el proyecto de expansión. Esta decisión política causó mucho. de crítica. Los críticos dicen que es un rescate que costará dinero a los contribuyentes y podría empeorar los problemas ambientales.
A pesar de enfrentar numerosas objeciones, el plan de expansión se lanzó oficialmente en mayo de 2024, casi triplicando la capacidad nacional de exportación de petróleo de Canadá a 890.000 barriles por día, lo que no solo mejorará la posición de Canadá en el mercado energético mundial, sino que también podría tener un impacto mucho mayor. alcanzando impactos en las comunidades aledañas.
A medida que el proyecto de expansión entre en funcionamiento, ¿qué nuevos desafíos y oportunidades enfrentará la estrategia energética de Canadá? ¿Puede esto realmente promover el crecimiento económico y al mismo tiempo ser ambientalmente responsable?