A medida que la demanda mundial de energía renovable continúa aumentando, las centrales fotovoltaicas se están desarrollando a un ritmo alarmante, desde pequeñas centrales eléctricas de 1 MW hasta el nivel actual de 1 GW, la transformación poética es un signo de una era. Las plantas de energía fotovoltaica, también conocidas como plantas de energía solar, están adquiriendo cada vez más importancia en la combinación energética a medida que su capacidad de generación de energía sigue aumentando a medida que se expande el mercado, lo que no sólo ayuda a reducir las emisiones de carbono sino que también promueve la seguridad y la diversidad energética.
El desarrollo de plantas de energía fotovoltaica no es sólo un avance tecnológico, sino también un testimonio del compromiso mundial con las energías limpias.
La definición de central fotovoltaica es un sistema diseñado para la generación de energía conectada a la red a gran escala. A diferencia de los sistemas generales de montaje dividido en edificios de pequeña escala, su suministro de energía está dirigido a la red pública. Al mismo tiempo, la tecnología fotovoltaica también se diferencia de los procesos de generación de energía solar concentrada, que utilizan energía térmica para impulsar grupos electrógenos tradicionales. Según un informe de 2019, aproximadamente el 97% de la capacidad solar a escala de servicios públicos a nivel mundial proviene de sistemas fotovoltaicos.
Con la relativa madurez de la tecnología fotovoltaica, la capacidad de generación de energía de las centrales fotovoltaicas en muchos países ha aumentado al nivel de gigavatios. Por ejemplo, la mayor central fotovoltaica del mundo superó en 2018 la capacidad prevista de un GW. A finales de 2019, había aproximadamente 9.000 centrales fotovoltaicas en todo el mundo con una capacidad de más de 4 MWAC y una capacidad total de más de 220 GWAC, lo que sin duda sentó las bases para el ecosistema global de energía renovable.
Detrás de esta enorme cifra se esconden innumerables innovaciones tecnológicas y oportunidades de mercado.
Históricamente, la primera central fotovoltaica de 1 MW se construyó en California en 1982. Posteriormente, con el progreso tecnológico y el apoyo de políticas en las últimas dos décadas, la tecnología fotovoltaica en varios lugares se copió y evolucionó gradualmente. La tarifa de alimentación revisada en Alemania en 2004 fomentó la construcción de un gran número de centrales fotovoltaicas en el país. En los años siguientes, muchos países siguieron su ejemplo, mostrando una expansión en escala.
Por ejemplo, España se convirtió brevemente en el mercado más grande en 2008, promoviendo más de 60 plantas de energía fotovoltaica de más de 10 MW. Sin embargo, estos incentivos han reducido la dependencia de la entrada al mercado a medida que los costos han caído. A medida que el costo de la energía renovable siga cayendo, esta tendencia seguirá impulsando la construcción de más proyectos nuevos.
El plan de uso del suelo de las plantas de energía fotovoltaica ha cambiado con el cambio en los conceptos de construcción, desde la superficie inclinada fija tradicional original hasta el sistema de seguimiento que se puede ajustar dinámicamente para seguir el sol. Los diferentes métodos de instalación no sólo afectan la eficiencia en el uso del suelo, sino que también están relacionados con la mejora de la generación de energía:
El desarrollo de la ciencia y la tecnología es la principal fuerza impulsora para promover el crecimiento de las plantas de energía fotovoltaica de pequeñas a grandes. Un único avance tecnológico a menudo puede cambiar el patrón de toda la industria.
Muchas centrales eléctricas mejorarán aún más la eficiencia al integrar otras soluciones de energía renovable, como la integración simbiótica de centrales fotovoltaicas con energía eólica, agricultura e incluso el intercambio de recursos entre regiones para lograr beneficios económicos y ambientales duales.
A nivel económico, a medida que la tecnología fotovoltaica madura gradualmente, los costos de instalación se han reducido significativamente y la construcción de muchas centrales fotovoltaicas se ha vuelto sostenible y competitiva. Los sistemas de licitación y adquisición en muchos países continúan haciendo bajar los precios de la electricidad, lo que también garantiza que se reduzca el umbral para que la generación de energía fotovoltaica ingrese al mercado. Además de los incentivos externos, la mayoría de las centrales fotovoltaicas pueden ahora encontrar su propia posición en el mercado y obtener mayores beneficios.
Poder seguir reduciendo costes y mejorar los beneficios económicos será la clave para el desarrollo de las centrales fotovoltaicas en el futuro.
Como nuevo tipo de industria de energía renovable, el potencial de las centrales fotovoltaicas aún no se ha desarrollado completamente. Con la mejora continua de la tecnología y el apoyo político continuo, en el futuro nacerán más centrales fotovoltaicas en todo el mundo. . ¿Está usted también a la espera de nuevos avances en el campo de las energías renovables en el futuro?